• martes 13 de marzo de 2018 - 12:00 AM

Por la educación

Pero es de capital importancia mencionar que las nuevas herramientas digitales, hacen necesario una revisión de las técnicas

La era de la globalidad ha traído un mejoramiento en la calidad de la educación en América Latina, y esto ha redundado en un aumento de las tasas de asistencia.

Pero es de capital importancia mencionar que las nuevas herramientas digitales, hacen necesario una revisión de las técnicas y de la mentalidad para la enseñanza y su contraparte el aprendizaje. Todo se resume, en la búsqueda de la competitividad y el desarrollo, que requiere nuevas herramientas para construirla. Es notable mencionar la proporción baja del Producto Interno Bruto de los países como porcentaje del presupuesto para educación en los países. Un caso interesante que mide el impacto de los programas educativos es la prueba PISA de conocimientos matemáticos y lectura. Las tecnologías de Información y Comunicación (TICs) son un nuevo catalizador que debe sustituir a la enseñanza tradicional. Las herramientas del pasado no sirven para el presente, debemos crear artificios para el futuro.

La globalidad nos trae otros límites en cuanto a competencias y habilidades para el mercado laboral del siglo XXI. La correlación entre el incremento de la tecnología como herramienta y el mercado laboral es cada vez más alta. Las técnicas enseñadas con los programas de la calidad de la educación deben ser superadas con artificios tecnológicos.

Las formas viejas de enseñar están muriendo; los estudiantes se han convertido en aprendices de brujo de la tecnología dejando cada vez más obsoletas las viejas tendencias del siglo XX.

Administrador, abogado y docente.

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