- sábado 05 de octubre de 2013 - 12:00 AM
¡Pongan las suyas en remojo!
Las elecciones presidenciales costarricenses están programadas para el 2 de febrero de 2014, tres meses antes que las nuestras y, según pronosticaban algunas encuestas, se vislumbraban reñidas. Pero ayer se produjo un hecho inesperado que ha puesto patas arriba toda la contienda electoral. El candidato de la oposición renunció y ha llenado de sombras el panorama electoral de nuestros vecinos.
Desde luego, es sorprendente que estando tan próximas las elecciones, y siendo que el plazo para presentar oficialmente las candidaturas vence en 15 días, uno de los candidatos principales tire la toalla. Pero más sorprendentes son las razones que adujo el candidato renunciante, Rodolfo Hernández. Palabras más, palabras menos, dijo que era objeto de intrigas y traiciones y que miembros de su partido estaban ‘trabajando en su contra, para favorecer el triunfo del candidato oficialista’.
Médico y actualmente director del Hospital Nacional de Niños, cargo al que se reincorporará, Hernández, aparte de la bomba que lanzó a lo interno de su partido, no se privó de enjuiciar con duras expresiones la política de su país: ‘La democracia costarricense está en cuidados intensivos porque los responsables de velar por ella la ultrajaron, la debilitaron, la violaron y pretenden mantenerla así, secuestrada, para favorecer intereses personales o de grupos’.
El diagnóstico del candidato que acaba de renunciar, asqueado de la política de su país, si bien sorprende, pues retrata la cara oscura de la que por mucho tiempo se consideró una democracia modelo, también es la fotografía fiel y descarnada de los niveles de degradación que son el denominador de la política latinoamericana; y de la que la nuestra hace buen rato que es ejemplo. En varios escritos he comentado que antes de que venza el plazo para las postulaciones presidenciales, el 4 de febrero de 2014, mucha agua turbia correrá bajo el puente.
Tal vez no veamos a ninguno de los hasta ahora proclamados imitar al excandidato costarricense, pero algunas sorpresas parecen estar fraguándose en los hornos de la política criolla. Los rumores de serruchaderas de piso, sustituciones y otras maniobras siguen sonando con fuerza, aunque los involucrados pongan caras de sorpresa y juren estar más unidos que la unidad misma. Tal vez ocurra o tal vez no; pero hay varios que no paran de remojar sus bardas.
PRECANDIDATO PRESIDENCIAL INDEPENDIENTE