• sábado 31 de julio de 2021 - 12:00 AM

Periodismo no es censura

Marcel Chéry, investigador y activista por los derechos de la familia, ha venido cuestionando mediante la autocrítica sobre la deficiencia

Marcel Chéry, investigador y activista por los derechos de la familia, ha venido cuestionando mediante la autocrítica sobre la deficiencia y el deterioro del periodismo en Panamá.

Tal como lo señaló en su cuenta personal de twitter, ‘increíble como hay periodistas que para denunciar el problema de la inseguridad hacen un escándalo por el ‘robo' de un perro en Paitilla, que según un vídeo parece una fuga, pero cuando pandilleros asesinaron a niños en San Miguelito y el Chorrillo no dijeron esta boca es mía'.

Y es que el cuestionamiento del distinguido periodista es el sentir de toda una sociedad que ve cada día como se ha ido desdibujando, cuando el propósito principal del periodismo es proporcionarles a los ciudadanos información veraz y oportuna para hacer valer sus derechos ante la sociedad. Basado en la ética profesional en un orden normativo de un conjunto de normas o principios generales, que en determinadas circunstancias se sientes como obligatorias, como lo es el derecho y la moral, cuyo valor más importante es la veracidad, es decir es informar con exactitud y atendiéndose rigorosamente a los hechos.

Pero lamentablemente, las agendas mediáticas de las grandes corporaciones noticiosas imponen la línea editorial del medio de comunicación, influyendo enormemente en el verdadero periodismo. Pues, la agenda mediática, conformada por la noticia que difunden los medios informativos cotidianamente y a las que confiere mayor o menor relevancia influye en la agenda pública.

Igualmente, la línea editorial que es una opinión colectiva, de un juicio institucional formulado en concordancia con la línea ideológica del medio. Es decir, de los intereses políticos, económicos, sociales y culturales de dicho medio.

Me atrevo a dar esta opinión como activista por 30 años, en el Movimiento Proyecto 2000 de Arraiján y 12 años como columnista de opinión de este importante diario. Tal vez mis palabras no sean dulces para aquellos que pretenden seguir destruyendo tan sagrado apostolado, como es el periodismo.

COMUNICADOR SOCIAL Y VOLUNTARIO DE LOS DERECHOS HUMANOS

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