El 17 se septiembre de 2004, hace 20 años, publiqué, en otro diario, un artículo bajo el mismo título, digno de repetir, ligeramente editado.
“A través de la época republicana (1903-1999), se pudo observar que el Contralor General de la República, como el Procurador General de la Nación, han sido escogidos más por amistad o algún tipo de relación socioeconómica o parentela (con quien preside la República), que por su verdadera capacidad de realizar un trabajo efectivo, serio, transparente, sincero, vertical y honesto, aún cuando algunos lo hicieron.”
“Las universidades nos preparan académicamente, para determinadas carreras; en consecuencia mal se le puede exigir a un médico llevar un libro de contabilidad, un contador realizar una cirugía, un abogado una proyección económica o libros de contabilidad, un carpintero dictar eficientemente clases de informática, etc.” Ahí el detalle.
“Quienes dirigen la Procuraduría General de la Nación, de Administración y la Corte Suprema de Justicia, son abogados; aún cuando no hubieran estudiado administración (de hecho el requisito es ser abogado), situación que no se practica en la Contraloría.”
“La Ley 32 de 1984, Orgánica, en su artículo 1, expresa textualmente las funciones de la Contraloría General.”
“Cuando analizamos el artículo en comento, su contexto completo deja implícito e implica (aún cuando omite expresarlo), que quien sea Contralor y/o Sub-Contralor General, deben haber obtenido su preparación académica profesional licenciatura en contabilidad o economía.”
Nuestros ancestros muy sabiamente expresan: “Cada loro a su estaca” o “Zapatero a tu zapato”, considerando quizás que quien mejor hace su trabajo es aquel que está preparado profesionalmente para ello, cada quien en su campo.
“Se requiere un Contralor humanista, honesto e independientemente, sea miembro o no de partido político. Una persona íntegra, con la moral para luchar contra la descomposición social, la corrupción, venga de donde venga.”
“Producto de la mística de trabajo y niveles de inducción, el Contralor y Sub-contralor General deberían tener formación interna de ésta Institución. Me auguro éxito en la escogencia como Contralor General. Dios te salve, Panamá.”
Economista, educador, humanista.