El peinado de trenzas: moda o rebeldía

Las historias sobre los tiempos del apartheid en USA, dos cosas resaltan:

La una; los negros y su lucha por dejar de ser ciudadanos de segunda clase; la otra, que por la fuerza habían asimilado los valores culturales del hombre blanco. En el caso de la moda por ejemplo, hombres y mujeres copiaban inconscientes al detalle, los patrones en la ropa y los peinados.

Desde el reconocimiento de sus derechos civiles, los estados del mundo han proscripto toda forma de discriminación racial. Aún así, se dan casos de rechazo, que reciben el rechazo de la sociedad panameña. El caso más reciente fue el del despido de una trabajadora, pretextando la empresa que el peinado de ‘moñitos' que exhibía, ‘menoscababa' la sólida imagen de la empresa. Afortunadamente, las autoridades laborales le concedieron a la obrera el derecho a escoger el peinado de su preferencia.

El punto de la polémica, va más allá de aceptar o no jurídicamente, si el peinado forma parte de la intimidad de la persona, zona que no puede ser invadida por injerencias de terceras personas. Lo importante sería darle sentido y valor a lo que debe ser el peinado de los ‘moñitos', para la población afrodescendiente.

La negrura va asociada a la oscuridad, a lo turbio. Las tradiciones de ese grupo étnico, deben imponerse la visión degradante de las culturas dominantes. Si el peinado de moñitos (trenzas), no recibe un simbolismo positivo, pasará como un asunto de preferencia hacia una moda. Y como las modas pueden ser criticadas y hasta ridiculizadas, su aceptación o no, sería un asunto de buen o mal gusto a la moda.

Si yo luciera moños en mi cabeza, de seguro que no lo haría solo por lucir algo llamativo, o para llamar la atención. Los luciría como muestras del orgullo de quien proviene de una ‘raza esclavizada explotada y maltratada', que por siglos vivió con ignominia portando cadenas. Si me tejiera moños en la cabeza, convertiría el ornamento en el símbolo de la rebeldía de alguien que en alta voz, le está diciendo al mundo que ‘jamás' aceptará ser sometido a la esclavitud.

Abogado

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Si yo luciera moños en mi cabeza, de seguro que no lo haría solo por lucir algo llamativo, o para llamar la atención.