Pausa oportuna y necesaria

Desde el inicio de las reuniones convocadas con el objeto de preparar el proyecto de las reformas al Código Electoral, fue evidente que los magistrados tenían un marcado interés en que este estuviera listo para el pasado mes de diciembre, con la intención de que la Asamblea Nacional las convirtiera en ley en las primeras semanas del presente año.

El cronograma impuesto, reflejado en la agenda para cada una de las reuniones que preparaba el propio tribunal, evitó que los temas medulares se abordaran con prioridad y que se fueran posponiendo para las últimas convocatorias. El resultado fue que los asuntos de mayor importancia, en primer lugar, la financiación de la política, en general y de las campañas, en particular, no tuvieron el tiempo ni los espacios para su consideración en profundidad.

Si las reformas no avanzaron con la celeridad que estuvo a punto de concretar el tribunal, fue debido al campanazo que dieron los medios de comunicación cuando consideraron que las nuevas normas propuestas, por iniciativa de los propios magistrados, que regularían en la difusión de la propaganda electoral y la labor informativa de medios podrían poner en riesgo el ejercicio de la libertad de expresión e información.

Debido a la ofensiva que ellos desplegaron el proyecto detuvo su acelerada marcha y se abrió el espacio para que surgieran muchas y preocupantes interrogantes sobre otros contenidos, de especial preocupación para los diputados, la mayoría de los cuales quieren garantizarse reglas que les permitan repetir en sus curules en las elecciones del año 2019.

El saldo positivo de todos esos teje manejes es que la consideración del proyecto, según ha trascendido, será pospuesta para la legislatura que correrá de julio a octubre. Esa posposición es oportuna y necesaria y debe ser aprovechada por toda la ciudadanía para promover la depuración del proyecto y que este realmente sirva para consolidar la democracia antes que intereses sectarios.

*El autor es abogado.