Panamá reclama justicia

Ante la renuncia irrevocable y de manera sorpresiva del procurador de la nación, Eduardo Ulloa, quien se comprometió ante Dios a defender y servir a la patria.

Hoy la justicia queda una vez más entredicha, lo que es un secreto a voces que la corrupción del sistema de justicia promueve los más bajos instintos de la impunidad, manteniendo secuestrada la transparencia, rendición de cuentas y el estado de derecho, vulnerándolo mucho más la mancillada democracia de nuestra nación.

La corrupción del sistema de justicia es mucho más profunda de lo inimaginable, que socava las libertades individuales, sociales y políticas, a través de los diferentes controles sociales, de aquellos ciudadanos, activistas y políticos que impulsan la lucha por adecentar nuestra democracia y el estado de derecho, por un país con justicia social.

Por ello, soy del criterio que la renuncia del procurador no es nada más que el resultado de las presiones de las mafias del poder, que son los que realmente manejan los hilos de los gobiernos, que durante los últimos años han violentado toda norma, principios y valores de nuestra nación.

Deseamos hacernos eco del dolor y el sentimiento de nuestro pueblo, ante las violaciones y abusos sistemáticos contra niños, niñas y adolescentes en diversos albergues a nivel nacional.

Tal como lo refleja el informe presentado por la Comisión de la Mujer y la Familia de la Asamblea Nacional, y que ha traído el descontento nacional desde manifestaciones públicas, así como denuncias criminales, ante la Procuraduría de la Nación, contra altos funcionarios de éste y otros gobiernos.

Hoy ante la faz del país, con profundo dolor expreso que las presiones de las mafias corruptas del poder están presionando al sistema judicial, así como a los medios de comunicación para que no se investigue ni se divulgue la opinión de los diversos sectores que claman justicia y certeza del castigo, ante las violaciones cometidas en los diversos albergues.

Por lo que solicitamos la intervención de organismos internacionales, a través de una comisión que investigue estos atroces crímenes contra la niñez, ante la falta de credibilidad y transparencia de la justicia panameña.

DOCENTE Y VOLUNTARIA DE LOS DERECHOS HUMANOS