• domingo 03 de junio de 2012 - 12:00 AM

Pacora: pueblo cimarrón y valiente

El 30 de mayo me invitaron a participar de la celebración de los 430 años de fundación de Pacora, corregimiento del distrito de Panamá, ...

El 30 de mayo me invitaron a participar de la celebración de los 430 años de fundación de Pacora, corregimiento del distrito de Panamá, que cuenta con 61 mil 549 habitantes. Al vivir esa experiencia me comprometí con los jóvenes y sus familias a escribir sobre Pacora. Especialmente al celebrar su fecha de fundación el Día de la Etnia Negra.

Pacora, cuyo nombre proviene de la palmera llamada pácora es un asentamiento cimarrón fundado el 30 de mayo de 1582. Su fundador el cimarrón Antón Mandinga es reconocido como el jefe de los cimarrones del Pacífico y fue el sucesor de Bayano, jefe negro rebelde. Antón Mandinga se alzó en armas y fue el primero en hacer arreglos de paz con la Corona Española. En 1558 Bayano fue apresado por Pedro Urzúa y dice la historia que Antón Mandinga con más de 200 prófugos se estableció en Pacora. El convenio con la Corona fue que los negros habitarían esta región y las autoridades españolas les darían semillas, útiles de labranza y un hato de vacas y los libertos permitirían el libre paso de oro, plata y mercaderías que España enviaba a Panamá y al Perú. La mayoría de los actuales moradores de Pacora sienten el orgullo de ser descendientes de los negros cimarrones.

Pacora llegó a ser un distrito con un extenso territorio, lleno de ganado, cultivos, selvas, bosques abundantes en árboles de espavé, bongos y del árbol Panamá. Dejó de tener una estructura distrital, porque se consideró que era una población muy pobre, que no tenía instrucción educativa, y sin una planificación programada para la recaudación de impuestos, por lo que pasó a ser otra vez corregimiento. Al transcurrir los años aparecieron ‘nuevos dueños’, que decían tener el derecho sobre esas tierras. Si los cimarrones hubiesen sabido leer, habrían podido investigar en los archivos de Indias, que ellos eran los verdaderos dueños, porque ahí consta que esa región se le cedió a Antón Mandinga para que lo habitasen pacíficamente.

Las primeras viviendas de Pacora eran de techo de palma real o guaguara, paredes de caña blanca o maquenque, amarradas con bejuco real o clavadas. Pacora era famosa por su producción de tomate, maíz, sandía y plátano. Ahora Pacora sufre una difícil situación, olvidada a su suerte. El país tiene una deuda histórica con esta población, que nos exige mejorar su calidad de vida.

La maestra Sonia Cerrud de Moreno afirma que para aprovechar el presente es necesario conocer nuestra historia y raíces; sabiendo de dónde venimos, tendremos no solo el orgullo sino la valentía de afrontar los nuevos desafíos como lo hicieron nuestros ancestros que con menos posibilidades lograron mejores oportunidades.

LA AUTORA FUE CANDIDATA PRESIDENCIAL

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