- sábado 28 de enero de 2017 - 12:00 AM
Odebrecht, corrupción y poder
En días pasados miembros del Movimiento Proyecto 2000 de Arraiján, asistimos con nuestra única bandera, Panamá, a la convocatoria contra la corrupción y la impunidad, convocada por un grupo de ciudadanos independientes, liderado por el Dr. Miguel A. Bernal, a quien respeto y admiro por su trayectoria de lucha en defensa de la democracia.
A esta cita, acudieron ciudadanos, grupos sociales, políticos y empresarios con el interés de exigir una investigación profunda del escándalo de soborno de la Mega Industria, Odebrecht, confesora ante el Departamento de Justicia de los EE.UU., de haber sobornado para mantener millonarios contratos de obras públicas con diferentes gobiernos, desde el 2001 hasta el 2016. Dicha empresa confesó el haber efectuado pagos de por lo menos 788 millones de balboas en coimas en 11 países fuera de Brasil, donde nueve de ellos son países latinoamericanos, según la investigación de EE.UU.
El poder y la corrupción de Odebrecht confesora de haber entregado por lo menos 59 millones de coimas a políticos, funcionarios públicos e intermediarios, los cuales el país exige sean investigados desde las administraciones de Martín Torrijos, Ricardo Martinelli hasta la actual de Juan Carlos Varela.
No obstante, debo hacer un llamado a la reflexión de todas las fuerzas vivas, que exigimos justicia y cárcel para aquellos corruptos y coimeros que se roban los dineros del pueblo, que mientras sigamos divididos y presas de los egos de las emociones politiqueras, como se ha demostrado por diversos personajes y grupos políticos, que en su ansia de poder empañan la lucha de un pueblo que clama justicia y que está bien cabreado de tanta corrupción e impunidad. Muestra de éstos egos politiqueros, fueron aquellos políticos partidarios que fueron abucheados públicamente por los que asistimos a exigir justicia ante la Procuraduría de la Nación.
Por ello, seguiremos exigiendo justicia y la unidad de país, cuya única bandera, sea la de Panamá.
Comunicador social y voluntario de los derechos humanos