- sábado 05 de octubre de 2024 - 11:00 PM
Condenado a 17 años de prisión por crímenes de guerra y de lesa humanidad, en su mayoría bosnios en Srebrenica en julio de 1995.
Dragan nació en abril de 1963 en un municipio al este de Bosnia y Herzegovina. Asistió a la academia militar y se graduó en 1986 a la edad de 23 años. En 2003, Obrenović se declaró culpable, fue encarcelado, luego de cumplir parte de su condena fue puesto en libertad y deportado de Noruega en 2012.
A principios de abril de 1992, cuando la comunidad internacional se acercaba al reconocimiento de la independencia de la República de Bosnia y Herzegovina, donde la población musulmana era de 59.4 %; el ejército de Serbia comenzó los preparativos para invadir a Bosnia oriental.
En la ciudad de Zvornik en un mensaje por la radio, Dragan Obrenović aseguraba que estaban allí para proteger a todos los ciudadanos de Yugoslavia: “No hay razón para el pánico; así inició el desplazamiento masivo, mientras se confiscaron propiedades y muchos hombres fueron forzados al reclutamiento militar (políticos, líderes comunitarios, religiosos e intelectuales). Muchos fueron asesinados a la vista de sus seres queridos, en ejecuciones masivas en pueblos adyacentes.
Los centros deportivos se convirtieron en asentamientos de prisioneros, mientras que las mujeres, los niños y los ancianos huyeron hacia el sur, a las ciudades de Srebenica y Zepa que en aquel momento eran consideradas “zonas seguras” protegidas por las Naciones Unidas, donde operaba el Ejército de la República de Bosnia Herzegovina, donde la mayoría era bosnia; un ejército muy débil sin armas, sin preparación y sin dirección, ya que habían ordenado a sus líderes y a su personal que abandonaran Srebrenica, a partir del el 1 de julio. El 2 de julio de 1995, Obrenović entró a las “zonas protegidas” y miles de refugiados desesperados, partían al noreste de la ciudad de Tuzla; bosnios desarmados fueron capturados por el Ejército serbio en la sede de las fuerzas de paz del batallón de la ONU y masacraron a más de 8.000 seres humanos.
El juez dijo que Obrenović era consciente del gran número de asesinatos que se cometieron.
Europa pensaba que ya había superado esas etapas de guerras.