Un nuevo año, 365 días para emprender nuevos sueños

REFLEXIÓN

El novelista, dramaturgo y letrista brasileño Paulo Coelho tiene una frase que cada vez que la leo reflexiono al respecto: ‘Quiero creer que voy a mirar este nuevo año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días antes mis ojos'.

Y es que cada año que termina es casi una obligación hacer un ‘inventario personal' de qué hicimos para lograr las metas planteadas, qué dejamos de hacer y qué nos falta, pues, cuando emprendemos, este balance no puede faltar porque siempre hay que ajustar el rumbo.

Pero –como siempre he dicho– cuando hablo de emprendedores no solo me refiero al que trabaja de forma independiente, sino a todas aquellas personas que emprenden un proyecto, actividad o evento desde el lugar donde se estén desarrollando profesionalmente, ya que esto de tener espíritu emprendedor debería ser de todos porque se trata de ver la vida con objetivos claros y siempre con nuevas metas.

Lo que siempre debemos recordar es que esas metas u objetivos deben ser reales y alcanzables y (lo más importante) hay que trabajar por ellas. Debemos dejar el síndrome del emprendedor soñador; es decir, aquel que solo sueña, pero no se pone en acción para lograr que esos sueños se conviertan en realidad.

Cada año nos da la oportunidad de corregir errores, empezar desde cero, ajustar el rumbo, seguir trabajando por lo que queremos y, sobre todo, seguir aprendiendo y haciendo; solo de esa manera estaremos seguros de alcanzar todo aquello que deseamos.

No obstante, hay un elemento que siempre debemos tener presente en todo esto de proponernos metas y objetivos y es que no siempre se consiguen a la velocidad que uno espera y el tiempo en alcanzarlo puede durar semanas, meses o años, pero lo único que nos hará seguir firmes en el camino es la perseverancia y el trabajo constante que nos da la certeza que vamos por el camino adecuado y hacia nuestra meta.

En este espacio he escrito de emprendedores que han tenido que pasar antes por fracasos y momentos difíciles para empezar hoy a ver los frutos que sembraron desde hace mucho tiempo.

Ninguna de las historias aquí presentadas ha tenido un camino fácil y es que sin fracasos no hay éxitos y que más que lamentarnos tenemos que aprender de ellos, allí está la clave.

En lo que queda de este año, pregúntate si estás en el lugar que deseas estar, si sientes que has hecho tu máximo esfuerzo para alcanzar lo que te has propuesto, y principalmente sé honesto contigo mismo y analiza si estás trabajando incansable pero inteligentemente para conseguirlo y, sobre todo, que este nuevo año sea de nuevos propósitos, nuevas metas, nuevos objetivos y una nueva oportunidad para ser tu mejor versión.

Quiero agradecerte por leer cada miércoles este espacio, por tener la oportunidad de compartir y contar historias que inspiren a otros a ser protagonista de la suya, agradezco a todos esos emprendedores que me permitieron plasmar en este espacio cómo los sueños si se convierten en realidad cuando trabajamos para lograrlo y sobre todo quiero a agradecer al equipo de El Siglo, en especial a Magaly Montilla por darme la oportunidad de poder escribir sobre emprendimiento, este proyecto que iniciamos hace 8 meses con el programa de radio ‘Mujer Emprendedora' y que hoy me permite compartir con ustedes historias del fascinante mundo del emprendimiento.

¡Feliz año 2017!