• miércoles 14 de diciembre de 2011 - 12:00 AM

¿Noriega hablará o negociará su silencio?

Los que pensaron hacer un show o un circo con la llegada de Manuel Antonio Noriega, se quedaron con las ganas. Noriega demostró que, a p...

Los que pensaron hacer un show o un circo con la llegada de Manuel Antonio Noriega, se quedaron con las ganas. Noriega demostró que, a pesar de los años en que estuvo privado de su libertad, todavía no se dejó manipular. Los medios trataron de manipularlo, las autoridades de seguridad y la dirección de corrección.

Noriega exigió que no se le tomaran fotografías porque no deseaba que fuera exhibido como si fuera una atracción circense y las autoridades hasta ahora han respetado su voluntad. El vino a su país como reo, pero impuso sus condiciones e hizo lo que le dio la gana.

Todo esto demuestra que Noriega no ha perdido su habilidad para manipular y hacerse respetar aún en las condiciones más adversas. El drama está comenzando. Mientras, Noriega continúa maniobrando de manera astuta y demostrando que fue un buen alumno cuando estuvo en el servicio de la CIA. Esos conocimientos son los que pone en práctica.

Él tiene una capacidad de acción como la que demostraba en sus buenos tiempos, lo que ha sorprendido a muchos, tanto adversarios como los que siguen favoreciéndolo. Pero hay un detalle que le será difícil soslayar, y es que el pueblo panameño espera que ‘hable’, que diga todo lo que sabe, por muy comprometedoras que sean sus revelaciones. Al fin ha llegado la hora de poner al descubierto a sus cómplices y el grado de gravedad de sus faltas, delitos o errores.

Noriega debe pronunciarse sobre las acusaciones que le formulara el coronel Roberto Díaz Herrera. Si no lo hace es porque ha negociado su silencio.

Debo reafirmar que soy un torrijista convencido y que jamás crucé palabras con Noriega. Que quede clara mi posición respecto al exdictador.

El oficio de dictador no es rentable. Hay muchos ejemplos de dictadores latinoamericanos que durante años han oprimido a sus pueblos, pero tarde o temprano han caído ante revueltas provocadas por los ciudadanos que habían llegado al extremo de su paciencia, resignación y obediencia y han terminado por romper las cadenas de la opresión.

Mencionamos algunos de estos individuos que han llevado luto y dolor a millones de persona que una vez confiaron en ellos, pero que a la postre fueron traicionados. Con letras escritas son sangre, aparecen los nombres de Anastasio Somoza García y su hijo ‘Tachito’ Somoza; Fulgencio Batista, en Cuba; el sátrapa Rafael Leonidas Trujillo de la República Dominicana; Marco Pérez Jiménez, el opresor de los venezolanos; García Moreno del Ecuador; Garcías, de Honduras; Estrada Cabrera, de Guatemala; Augusto Pinochet, de Chile, entre otros. Una lista para causar pesadillas.

EL AUTOR ES PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO

comments powered by Disqus