Mulino, un presidente que dispara al blanco

Ayer, el mandatario se pareció el actor Aníbal de la serie de Los Magníficos. La única diferencia es que en esa producción televisiva disparan, explotan bombas, se tiran de helicópteros, pero nadie muere.

Acá, tengo la impresión de que sí habrá decesos y caídos. Desde hace semanas le oigo al presidente de que su mayor legado será la transformación del Estado y a como veo las acciones parece que lo va a lograr.

Y mientras anunciaba temas importantes los operadores de justicia coordinaban la operación Jericó con capturas y el decomiso de bienes y dineros por una suma superior a los tres millones de dólares. Se allanó la residencia del hijo de un diputado de el PRD y me pregunto, ¿por qué no se daban estos movimientos en el pasado? Y me respondo que... razón tenía Mulino cuando en función de ministro de Seguridad denunciaba la penetración del narcotráfico en la política nacional.

El tema más sensitivo fue el de la rectora de la Universidad Autónoma de Chiriquí. La comisión de presupuesto le negó el traslado de partidas y la votación fue unánime. Hago un paréntesis para que la gente vea los resultados positivos de por quién votar a la hora de las elecciones.

Cada funcionario que vaya a la comisión de Presupuesto tiene que prepararse bien debido a que allí funciona, ahora, una especie de cámara de torturas. Mulino destacó los 320 millones que se gastaron en la descentralización paralela y le dio un plazo de 60 días para que los representantes electos y los que presenten un informe de cómo utilizaron esos dineros.

Anunció la conversación positiva que tuvo con el presidente Biden donde el tema central fue el migratorio. Mulino se pareció ayer a ese avión que lanzó bombas en Japón, evento que propició la culminación de la segunda guerra mundial. Espero que sus bombas sean el inicio de una administración trasparente, ética y correcta. Abrazos y que Dios nos bendiga.