- jueves 08 de mayo de 2025 - 12:00 AM
Mulino: la gata ya parió
Cuanta tristeza embarga a la población de la presunta clase media y baja. Se habla de presunta por aquellos que, a fuerza de trabajo, ahorro, bajo consumo, dedicación y educación han logrado surgir de la clase baja a otros avatares, generalmente con muchos estudios y sacrificio.
Así, ese profesional pobre logra mejor calidad de vida que su abuelo o su padre, entonces, quien proviene de la necesidad de poder alimentarse, ahora es denominado “clase media”. Gran mentira que nos hacen comer.
Ese es el aperitivo de quienes explotan al trabajador e imponen a fuerza de propaganda o publicidad. Carcomen nuestra mente cuando nos hacen creer que nuestro estatus es mejor al de otros panameños. “Ellos son clase baja, tú clase media”.
Horizontes que generalmente tu padre o tu lograste con esfuerzo para alcanzar una mejor calidad de vida, “ahora eres clase media”. La gran mentira, una realidad de una de las Panamá que tenemos.
La otra Panamá es que, mediante la política, el enriquecimiento injustificado, a través de subterfugios, generalmente, quienes gobiernan, viven en la opulencia, con nombramientos, botellas, contrataciones, sobreprecios, etc., mientras la población más pobre hace filas, a sol y agua, para comprar arroz.
Actualmente, a través de la Asamblea de Diputados, mediante la imposición sublimemente descarada, emana la Ley 462, que no fue el sentir de quienes expusieron o presentaron propuestas en la Comisión de Salud de la Asamblea.
Dicho proyecto surge del Ejecutivo, es abanicado e impulsado por el actual director de la Caja de Seguro Social, con tantos disimulos para engatusar a los 5 gatos que salen en las protestas nacionales, que no se comen ese cuento, quieren comerse a las ratas.
Es importante que el presidente José Raúl Mulino recuente los gatos, porque al parecer la gata ya parió y se cuentan por miles y miles de panameños, donde no faltan profesionales de todas las ramas del saber.
Presidente Mulino, equivocarse es de humanos, insistir en el error es de tercos, necios y obstinados. Derogue la Ley 462, está a tiempo. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, máster en Recursos Humanos.