Como panameño y persona que nació y creció en el campo, jamás puedo estar de acuerdo con el maltrato a los animales.
En los últimos años, se han aprobado leyes que dictan sanciones severas a quienes incurran en esas faltas, pero veo con preocupación, que familias que no tienen las condiciones necesarias para tener una mascota en sus hogares las tengan.
A mi juicio, allí también hay maltrato; porque estos animalitos deben gozar de las condiciones mínimas necesarias en los hogares que los acogen; es como tener un pájaro enjaulado los 365 días del año. Aunado a esto, la desfachatez de los propietarios, que someten a sus vecinos al olor fétido de las heces y orine de los animales.
En ocasiones, las ventanas y las puertas de las casas deben permanecer cerradas todo el día, porque es insoportable la pestilencia. Esa misma norma que protege a las mascotas debe incluir también, sanciones a los propietarios que perjudican al vecindario.