• viernes 20 de mayo de 2011 - 12:00 AM

Maquiavelismo político

Mucho se habla sobre las ‘líneas’ a lo interno de los partidos políticos, especialmente cuando se trata de algún tipo de elección. El co...

Mucho se habla sobre las ‘líneas’ a lo interno de los partidos políticos, especialmente cuando se trata de algún tipo de elección. El concepto democracia, muchas veces es vulnerado mediante artimañas de índole partidista, que usualmente, los politiqueros atribuyen como estrategias, las cuales se sustentan bajo el paraguas del maquiavelismo. Ejemplo de ello fue la pasada contienda del Partido Revolucionario Democrático (PRD) para elegir al secretario general de la juventud del colectivo.

No cabe duda de que mucha agua corrió por debajo de la alfombra de la sede del PRD durante dicho evento electoral. Denuncias de compra de voto y los clásicos matraqueos en los baños, donde las conciencias toman precio, son ya prácticas comunes en este tipo de ejercicio. No es la primera vez que en un partido se observan escándalos en medio de un proceso interno de votación, pero talvez es el peor momento que ha tenido el PRD para que esto ocurra, debido al rol que, se presume, debería asumir este colectivo, de cara a brindar al país la figura de contrapeso político en medio de un sistema de gobierno que expande y centraliza el poder de los Órganos del Estado.

Se presume en los corrillos que Nadia Del Río, la ganadora de esta contienda, por un voto de diferencia, de un total de 416 delegados que acudieron a las urnas, llevaba el endoso político de la corriente perredista que lidera Juan Carlos Navarro, mientras que Félix Moulanier, el otro candidato, tendría el respaldo del resto de las fuerzas a lo interno del PRD agrupadas en contra del ex alcalde capitalino. Visto así, da la impresión de que Navarro tendría buena parte de la sartén agarrada por el mango, al tiempo que se desprende una marcada intención por parte del resto de las figuras presidenciales del partido, de quitarle oxígeno político a las aspiraciones de Navarro.

Esta coyuntura no es positiva para el PRD; ninguna elección, por interna que sea, deja bien parado a un colectivo si el resultado es por un voto de diferencia. 170 a 169 votos siempre será un resultado controversial cuando se habla de política. Ahora, circula la supuesta intención por parte del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD de anular dicha elección, con lo cual se recrudecería la disputa interna, polarizando las corrientes en un entorno de confrontación y de mala imagen para el colectivo. Sin duda, falta mucho tiempo para la hora definitiva en materia política, de cara a los comicios del 2014, pero no hay que ser adivino para suponer que en el PRD habrá fracturas, chichones y muchos moretones al final del camino.

EL AUTOR ES PERIODISTA

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