- jueves 15 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
Mama Juana llora en silencio
Mama Juana mira con tristeza el oscuro horizonte de su pasado, pisoteada por extranjeros; primero, españoles, colombianos, franceses y el yugo Yankee. Pisotearon a los nacionales y se ensañaron contra su pacífico pueblo; pero más oscuro aún, el horizonte de su futuro.
El andamiaje de la corruptela política, el padrinazgo de quienes administran la Cosa Pública, amén del indicio y expresión de la futura administración del coloso del norte para volver a apropiarse del Canal.
Pablo Pueblo observa de reojo. El Hijo de Juana riposta: ¿Acaso ya no tienen sentido los poemas de Ricardo Miro, Amelia Denis De Icaza, Gaspar Octavio Hernández y tantos otros que cantamos a la Patria, destruida por ese capitalismo salvaje de quienes, históricamente, desde afuera administran los gobiernos?
La población se hace de la vista gorda, pero verán llorar a sus hijos o nietos, que en busca de terrenos, viviendas o empleo, estarán desamparados ante el advenimiento injusto de capitales externos y migrantes que sacarán y pisotearán las entrañas de los nacionales.
Pablo Pueblo dejando de lado sus quehaceres saca un papel y escribe:
Cuánto recuerdo al maestro, poeta Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío (1867/1916), quien dibujó en letras los heroísmos y tempestades de su época.
Revolucionó la lírica, mediante el verso. Se abrió en el tiempo y hoy lo traigo como escudo en esta desproporcionada batalla, que sin militares ni metrallas, pretenden acallar mis palabras.
Rubén Darío, fue claro, dejó huellas en su poema y expresó: ‘Puede una gota de lodo/sobre un diamante caer;/puede también de ese modo/su fulgor oscurecer;/pero aunque el diamante todo/se encuentre de fango lleno,/el valor que lo hace bueno/no perderá ni un instante,/y ha de ser siempre diamante/por más que lo manche el cieno.'
Mañana se conmemora el día de la lealtad que, nos guste o no, jugó un interesante papel en la historia panameña en salud, educación universitaria gratuita, carreteras, soberanía, independencia y contra el analfabetismo. Mama Juana llora en silencio, mientras gime: Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, humanista.