Luchan por no quedarse en el camino

La esquina de Pablo Pueblo sigue aguantando fuerte castigo al bolsillo en medio de una cartilla que no da tregua con el alto costo de la vida.

La golpiza se ve reflejada en los precios de los alimentos, vivienda, transporte y demás servicios públicos que hace sangrar a los pugilistas donde más duele.

Quien piense que la situación está controlada en el tinglado está equivocado, toda vez que los de Pablo Pueblo no logran levantar cabeza en medio del desempleo y el bajo rendimiento de los salarios ofrecidos.

Expertos del deporte afirman que este año se nivelarán las peleas y al menos se volverá a como estábamos en la época prepandemia, que tampoco era el mejor escenario.

Sin embargo, para los pugilistas la pelea es ahora y en este instante por lo que no tienen tiempo que perder en el tinglado y se mantienen lanzando algunos jabs para tratar de subsistir.

A este pleito aún le falta mucho, por lo que hay quienes se han bañado de paciencia porque esta pelea solo la ganará el peleador más persistente y con mayor resistencia para aguantar los asaltos que falten. ¡Ataja campeón!