• miércoles 14 de diciembre de 2011 - 12:00 AM

Llegó el MAN

Finalmente y después de casi 22 años de la nefasta invasión norteamericana de diciembre 1989, el 11 de diciembre llegó a suelo patrio el...

Finalmente y después de casi 22 años de la nefasta invasión norteamericana de diciembre 1989, el 11 de diciembre llegó a suelo patrio el exdictador Manuel Antonio Noriega, con aliados y detractores. No se puede negar que el hombre es noticia a nivel mundial.

Todos los canales de televisión y emisoras a nivel mundial tenían sus ojos puestos en Panamá, por el solo hecho de la llegada del MAN, el cual llega a escasos nueve días del aniversario 22 de la invasión que lo destronó y con un país convulsionado por los desmanes de quienes nos gobiernan, latrocinio de tierras por doquier, coimas por radares, lanchas, cartografía, corrupción como en sus mejores tiempos, aumento de precios, disminución del poder adquisitivo, inseguridad ciudadana, etc.

Seguramente, quienes gobiernan y que fueron sus socios en los negocios y negociados están felices, porque aspiran a que Noriega hable embarrando a media humanidad en la dirigencia del PRD, lo cual les traerá réditos políticos de cara al próximo torneo electoral y quienes hicieron sus tramoyas junto a él, estarán muertos del miedo porque pueden correr la misma suerte que este y seguramente compartirán celdas aunque no en las mismas condiciones que las que él tiene.

Noriega seguramente les tiene a quienes gobiernan por igual, aunque tratara de empantanarles en menor cuenta a ver si consigue alguna gracia gubernamental, rebaja de pena, mejor condición carcelaria, casa por cárcel, etc.

Noriega tiene dos caminos: hablar con la verdad y desenmascarar a todo aquel que anduvo en la pandilla junto a él, o seguir guardando silencio y pagar él solo con sus huesos en la cárcel por sus desmanes y por los de sus compinches.

Al pueblo que sufrió y padeció con la dictadura cárcel, torturas, persecución por el hecho de pensar distinto, solo le queda la esperanza de una verdadera aplicación de justicia y que él mismo pague por lo que hizo.

Es ese mismo pueblo que sufre y padece ahora con el aprendiz de dictador, que quiere jugar un partido que ya los panameños conocemos y no volveremos a repetir.

Señor presidente Martinelli, usted le ofreció mejores días a este pobre pueblo, cumpla su palabra y ponga orden en su gobierno, deje que las instituciones de justicia hagan su trabajo sin injerencia del Palacio Presidencial, proponga magistrados que tengan independencia de criterio para que la Corte Suprema de Justicia haga eso, la JUSTICIA por la que tanto sufrimos y luchamos conseguir cuando Noriega mandaba y gobernaba.

EL AUTOR ES EL SECRETARIO GENERAL DE LA CGTP

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