- jueves 26 de agosto de 2010 - 12:00 AM
Los líderes nacen, no se hacen
Generalmente hablamos de liderazgo. Con imprecisa decisión actúan llamando líder a cualquiera, dejando de lado postulados propios del verdadero dirigente. Aún cuando los gurús no se ponen totalmente de acuerdo, y definido si el líder nace o se hace, la corriente mayoritaria converge en que los líderes nacen, pero muchas veces desconocen ese don innato y sienten recelo.
Algunos, producto de su estado de vida, razones emocionales, privaciones educativas u otras, jamás se darán cuenta de su potencial de liderazgo y de percatarse son intimidados, mediatizados, y hasta perseguidos. Es cuando algunos dirigentes políticos, con ese olfato nauseabundo los enrolan, capacitan, adoctrinan e impulsan, logrando el agradecimiento perenne por lo cual muchas veces se corrompen.
Los líderes nacen, no se hacen. Se desarrollan a través del tiempo, preparación académica y oportunidades, por ello existen líderes y oportunistas. Hay quienes se escudan con la verborrea o demagogia para ensalzar al conglomerado; una vez en la cumbre ‘si te vi no recuerdo’, ¡son oportunistas!
Esta, quizás, es la principal razón para que algunos movimientos gremiales repitan constantemente sus dirigentes. Cuando se trata de organizaciones o plataformas políticas de manejo económico, los seudo líderes limitan la participación de otros a fin de beneficiarse en la gerencia de la organización. (Ver esta sección el 10 y 17 de septiembre de 2005).
Los líderes además del carisma, que es propio, intrínseco, natural y espontáneo, gozan de otra característica, son entusiastas, independientemente la corriente de pensamiento o acción. Los líderes son fáciles de reconocer, por lo cual generalmente les limitan los espacios y participaciones grupales.
El carisma permite el acercamiento, el entusiasmo brinda la confianza. Esto hace que las personas brinden un poco más de lo normal y desarrollen alcanzando el objetivo y metas trazadas, por su líder. Sinónimo de esfuerzo conjunto, sin condiciones.
El líder, sin hacerse el propósito, hace de sus seguidores perfectos entusiastas de sus pensamientos. Es donde se conjugan las emociones, sentimientos, pasión y espíritu.
Otra característica importante por evaluar es el comportamiento. Los verdaderos líderes no cambian de pensamiento de acuerdo con la circunstancia, muy por el contrario, cada circunstancia es un medio para hacer valer su posición y demostrar que está verdaderamente posesionado, en pleno conocimiento del papel por jugar y el lugar que le corresponde. Dios te salve Panamá.
EL AUTOR ES ECONOMISTA, EDUCADOR Y HUMANISTA.