Libre o libertino

Hablar de libertad es volar alto. Es a una aspiración humana que es reconocida como un derecho humano básico. El hombre siempre ha buscado de forma consciente su libertad y de manera inconsciente, la oportunidad de esclavizar a otros y mediante el control y la manipulación.

Ser libre ha sido el estandarte de la humanidad como también está inmersa en nuestra cotidianidad. El adolescente grita a sus padres que quiere vivir su vida y quiere ser libre para hacer lo que se le da la gana. Libertad quiere el esposo que se siente asfixiado de los controles excesivos de su mujer o aquella que quiere ser independiente económicamente y no someterse al marido para que la mantenga y no decida por ella. Existe tantos ejemplos como personas. Lo cierto es que es y será una lucha de toda la vida.

Dicen los existencialistas del siglo IXI y mediados del XX y los nuevos filósofos de esta corriente de pensamiento que la libertad, debe ser ejercida desde la individualidad y con base a los principios éticos y con la responsabilidad que resulta del conocimiento del resultado y responsabilidad de las acciones.

Actuar sin tener conciencia de la responsabilidad y el impacto de la acción consecuente, es accionar de forma egoísta,  se busca  satisfacer las necesidades individuales, en detrimento de los más, ignorando  las consecuencias y el daño que se pueda producir. Eso es libertinaje.  Ir a lugares públicos, participar de conciertos sin el uso de mascarillas, con el pretexto de ser libres y vivir la vida.  Es un acto de grave que debe ser sancionado por quienes tienen la responsabilidad de velar por la salud de los más.

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