- jueves 04 de diciembre de 2025 - 12:00 AM
Las PYMES frente al salario mínimo
La fijación de salarios mínimos tiene importantes retos vinculados con la desigualdad.
Las PYMES suelen catalogarse como vulnerables a estas políticas, por su menor volumen de rentabilidad, que se traduce en menor capacidad para pagar mejores salarios.
Este es un argumento común de los gremios empresariales, pero no se menciona cómo las leyes actuales constituyen un privilegio para las grandes empresas y una forma competencia desleal.
Las PYMES representan un 90% de la cantidad de empresas del país, de acuerdo con cifras del Directorio de Empresas y Locales año 2022.
No obstante, la mayor parte (60%) de los asalariados labora en empresas de 50 empleados o más. La disparidad entre PYMES y empresas de resultados millonarios es dejada de lado por la política de salario mínimo.
En sectores como el comercio, la diferenciación de tasas de salario mínimo para gran empresa solamente distingue a las que tienen 11 empleados o más, dejando en el mismo rango a las de ingresos menores y a grandes actores económicos, como los supermercados o las estaciones de combustible, cuyas ganancias elevadas justifican un pago de salarios más altos.
Por ejemplo, una marca de supermercados y una empresa de combustible declararon en 2024 ganancias superiores a los 15 millones de dólares. Disparidades similares se observan en el resto de los sectores, puesto que el diseño actual de políticas públicas como el salario mínimo, favorece a grandes actores en detrimento de las PYMES y de los trabajadores.
Hasta la fecha, no ha habido ninguna iniciativa fiscal que apoye a las PYMES a cumplir con el pago de salario mínimo. La inequidad se manifiesta en lo tributario: la DGI reportó en 2024 que las personas naturales pagan más impuesto sobre la renta (363 millones de dólares) que las personas jurídicas (235 millones de dólares).
Paralelamente, pese al aumento sostenido de la productividad, los salarios se encuentren estancados. La última evaluación del Fondo Monetario Internacional señaló una mayor brecha entre la productividad por trabajador, que se duplicó desde 1997, y el salario real, apenas un 20% mayor.Este tipo de dinámicas, al igual que la inequidad entre PYMES y empresas millonarias, profundizan las brechas económicas y sociales de Panamá, que actualmente es el segundo país más desigual de América Latina.
Economista