- martes 06 de mayo de 2025 - 10:10 AM
La enfermedad que acecha a los trabajadores de la salud
En un día de hospital, entre enfermos, tratamientos y emergencias, pocos se toman el tiempo para reflexionar sobre su propia salud. Sin embargo, existe un oponente silencioso que progresa sin sonar: la enfermedad renal.
Carlos, enfermero con una década de experiencia, casi nunca recuerda beber agua durante sus turnos. “Solo hay tiempo para inhalar, ¿cuándo me pararé a hidrátame?”, comenta mientras coloca una vía intravenosa.
Al igual que él, numerosos profesionales de la salud sufren deshidratación crónica, exposición a agentes nefrotóxicos y tensión laboral. Sin darse cuenta, están afectando la función de un órgano esencial.
En el vertiginoso mundo de la atención médica, el personal de salud desempeña un papel fundamental para garantizar el bienestar de la sociedad. Sin embargo, en medio de largas jornadas laborales, estrés constante y una carga emocional significativa, se olvidan de algo esencial: su propia salud.
Un tema que merece especial atención es la prevención de la enfermedad renal, un padecimiento que puede surgir de factores ocupacionales y hábitos descuidados.El problema invisibleLa insuficiencia renal crónica (IRC) impacta a miles de profesionales de la salud.
Elementos como la deshidratación, el consumo prolongado de determinados fármacos y el peso emocional de su trabajo inciden en el deterioro renal. ¿Cuántos hospitales cuentan con estaciones de hidratación para su personal? ¿Cuántos turnos realmente ofrecen descansos para el autocuidado? Pequeños cambios, grandes diferencias.
Expertos en nefrología han identificado hábitos que pueden frenar el avance de la ERC:Hidratación consciente: No aguardar a sentir sed, sino asegurar una ingesta constante de agua.
Revisiones médicas regulares: Identificar a tiempo inconvenientes renales puede prevenir complicaciones serias.
Defensa contra sustancias químicas peligrosas: Aplicación correcta de dispositivos de protección y equipos de seguridad.
Reducción del estrés: La presión arterial y la salud renal están estrechamente conectadas.
¿Un problema individual o institucional?Si bien cada profesional de salud debe cuidar su bienestar, las instituciones tienen un papel clave:
Acceso asegurado a agua potable en zonas laborales. Exámenes médicos periódicos para identificar indicios de daño renal.Formación en prevención y cuidado renal durante las jornadas de capacitación.La prevención de la enfermedad renal en el personal de salud no es solo una sugerencia: es una necesidad urgente. Porque quienes protegen la vida también tienen derecho a proteger la suya.
Magister en enfermería con énfasis en nefrología