- jueves 24 de octubre de 2024 - 10:00 AM
La Caja necesita una cirugía urgente
Hoy son nuevos los actores que tienen en sus manos a la Caja de Seguro Social. Nadie puede escapar de esa autoría intelectual y material, todos hemos contribuido con la debacle de esa institución.
Sé de pacientes que tienen su farmacia particular debido a la forma irresponsable en cómo buscan medicinas que no necesitan. Allí se tiene que llevar un control férreo para frenar ese abuso donde contribuyen médicos recetando y recetando.
Padres irresponsables que no planifican su vida. Dirigen un ejército de hijos y con un salario paupérrimo los inscriben como beneficiarios. Gobiernos que otrora han mantenido a esa empresa de todos como una caja menuda. Directores de todas las tendencias que han llenado a la institución de servidores públicos los cuales, en muchos casos, no se necesitan. Fue en la administración del señor Juan Jované donde la caja tuvo ese golpe mortal de abultamiento de personal. Hoy presentaré los pensamientos del ingeniero Juan Cardona Conte quien en dos entregas nos hace una radiografía del problema. Reitero, la Caja de Seguro Social no está para curitas... necesita una cirugía urgente. Espero que se encuentren los reactivos y los materiales necesarios para esa operación que es más que una de corazón abierto. Y esto es lo que piensa Cardona Conte.
“Recuerdo cuando en 2005 iniciaron las discusiones para las reformas de la Caja de Seguro Social (CSS) por el presidente Martín Torrijos. El ambiente se puso pesado en las calles. Durante al menos dos días tuve que caminar a mi oficina, los autos no podían transitar por las barricadas y protestas en las calles.
Muchos veían con sospecha las reformas de 2005. Las percibían como politiquería... un intento de tapar las malas gestiones de las administraciones anteriores y no para resolver los problemas financieros y estructurales de la CSS. En aquellos días se decía que el programa de Invalidez, Vejez y Muerte tenía un déficit actuarial de cuatro mil millones de dólares y que, de continuar así, con el tiempo, ya no habría dinero para pagarle a los jubilados.
Para aquellos días estaba lejos de la edad de jubilación y, además no creía que la CSS tendría dinero cuando me llegara mi retiro. La preocupación era por mis viejos que ya estaban jubilados. Por supuesto, preocupaba la posible debacle nacional que podía significar la quiebra de la institución. Nuestra generación había crecido escuchando historias de horror sobre el mal manejo de la CSS. Aún teníamos fresco en la memoria el escándalo de los programas de vivienda de los años 80. Eso fue un atraco imperdonable. Recuerdo que un contratista (responsable) a solicitud de la CSS le propuso continuar uno de esos proyectos de vivienda abandonados.
Participé de la inspección del proyecto para comparar el avance de las obras versus los desembolsos realizados para dicho proyecto por la CSS. Fue chocante ver cómo los desembolsos superaban con creces el trabajo realizado. Los terrenos de los proyectos estaban llenos de monte, con casas a medio construir y, además, totalmente saqueadas de los materiales que allí quedaron. Era obvio que las pérdidas eran enormes. ¿En qué quedó eso? Recuerdo que los beneficiados eran empresas creadas en el momento asociadas a gente del gobierno. ¿En qué quedaron las compañías de seguros con los bonos de cumplimiento, de pago, etc.?” Hasta aquí la primera parte del comentario del señor Juan Cardona Conte. No hay duda alguna, la Caja de nos muere y con ella se llevará a cientos de miles de asegurados. No hay más tiempo que perder. Se necesita el apoyo de todos para impedir que más ciudadanos mueran de paros cardíacos cada vez que se habla de una posible quiebra. Vamos, actuemos sin dilación con amor a la Caja de Seguro Social... con amor a la patria.
Mañana va la segunda entrega. Abrazos y que Dios nos bendiga.