Desde hace algunos meses en la Asamblea ha cobrado mayor vigencia la revisión de las leyes especiales que tiene los jubilados de la Policía Nacional, específicamente de los subcomisionados y comisionados, por parte del diputado de Colón, Jairo Salazar.
Muchos comentarios a favor y en contra se han dado sobre esta iniciativa. Para nadie es desconocido el trabajo que realizan los policías, arriesgando su vida al servicio del país.
Por otro lado, hay otro tipo de empleados públicos que realizan funciones difíciles, como los de salud o los docentes que deben trasladarse en lugares inhóspitos.
Escuchaba en los medios a dos de estos oficiales jubilados defendiendo a ultranza estas jubilaciones, y afirmar que ellos trabajan cualquier día y que no cobran extra por eso. Las comparaciones son odiosas. Conozco casos de personal de salud, que trabaja con pacientes de alto riesgo, bajo estrés constante, en horarios rotativos y tampoco cobran extras los días feriados.
Veamos la rigurosa preparación científica y actualización que deben tener médicos y enfermeras. Equivocarse significa la vida o la muerte del paciente.
Finalmente la pregunta es: ¿Será necesario que el personal de salud, maestros y profesores, gocen de este mismo privilegio?
