• sábado 23 de septiembre de 2017 - 12:00 AM

Honor a Lucas Bárcena

Sus narraciones reflejan la miseria de las zonas incultas, abandonadas por la mano del hombre, el dolor del campesino, su tierra 

Don Lucas Bárcenas nació el 20 de febrero de 1906 y falleció el 20 de septiembre de 1992. En conmemoración de sus 25 años de su muerte, queremos recordar y enaltecer en este día al más grande insigne poeta, nacido en nuestro terruño arraijaneño.

Se formó intelectualmente de manera autodidacta, enamorado de su tierra, la naturaleza y la cultura. Vivió retirado en su amado pueblo, Arraiján, donde ejerció la investidura de juez, entre otros importantes cargos puestos públicos, convirtiéndose en su nido la antena receptora del Movimiento Intelectual. Amante de la buena lectura, pasaba las horas libres en su pequeña biblioteca y se preocupaba por atender a la del lugar.

Buena parte de sus obras es de carácter bucólico, entre las que podemos destacar: Cristal (1993), Iris (1993), Prisma (1939), Caracol (1944).

Además, entre sus cuentos recordamos La Flor, La Diez velas del Santo, La Camisa del Señor alcalde, La puerta cerrada y Un chombo.

Sus narraciones reflejan la miseria de las zonas incultas, abandonadas por la mano del hombre, el dolor del campesino, su tierra y el anhelo de su bienestar incansable y utópico.

El amor por la naturaleza que rodeaba a nuestro distrito era parte de su inspiración para la creación de sus letras en sus reconocidas leyendas, reflejando su carácter bucólico, haciendo alusión a la vida campestre de nuestra gente campesina, en la cual reinaba la sencillez, solidaridad, honradez, valores que en sus cuentos y leyendas transmitía con gran esmero para que las presentes y futuras generaciones conocieran y no olvidaran nuestros antepasados.

Hoy, luego de su desaparición física, su nombre sigue siendo luz de motivación y esperanza para quienes seguimos su ejemplo en promover las letras y la cultura, y especialmente en ese amor eterno e incondicional que siempre lo caracterizó a su tierra natal.

Por ello, queremos enaltecer a través del tiempo su impacto motivador a miles y miles de jóvenes que se han levantado de la pobreza a través de la educación y el sacrificio, logrando cumplir sus metas y anhelos, recordándolo como aquella luz del conocimiento eterno.

Docente y voluntaria de los derechos Humanos