- sábado 26 de enero de 2019 - 12:00 AM
Día histórico campeón
23 de enero de 2019. Arriba a Panamá el papa Franciscus. Se hospedará durante cinco días en nuestra capital. En la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En esa cita se concentran miles de jóvenes de 150 países (de los 193 que integran Naciones Unidas).
Llega en un momento de una América agitada, con una Venezuela convulsionada, con protestas, un poder de facto y otro que reclama la Presidencia del país. Se demanda pronunciamiento papal, cuando no hay diálogo posible entre las partes.
Una generación de jóvenes del mundo –se calcula que con los invitados y los locales supere los 150 mil- expresan una nueva vibra, dinamismo, signo de este tiempo de incertidumbres y esperanzas.
Franciscus, argentino de Buenos Aires, de 82 años, pisa tierra latinoamericana, en la ciudad de Panamá, que está cumpliendo 500 años de su fundación por el general Pedrarias. Es la primera jornada dedicada a la madre de Jesús, María.
Papa lleva una maleta pequeña, de mano, con su casulla, libro de oraciones y la Biblia. Con sus atuendos personales, se encuentra la bombilla para consumir la yerba mate. Infusión característica de los pobladores del Río de la Plata y de lugares vecinos.
Una visita donde se tratarán temas religiosos y espirituales del Papa con la juventud mundial y latinoamericana, sobre todo centroamericana, no obstante será un pulso a la situación internacional que no se apartan de materias sociales, económicas y ambientales.
Una muestra fuerte es de peregrinos procedentes de América Central, una de las regiones con mayores rigores en cuanto a necesidades y pobreza. Se les dificultaría viajar a otros rincones del mundo para asistir.
Jorge Mario Bergoglio distinguió a Panamá para llevar a cabo esa cita. En nuestra nación, se estableció la primera diócesis católica en Tierra Firme y se celebró hace 193 años el Congreso Anfictiónico.
Periodista, filólogo, profesor