• miércoles 06 de diciembre de 2023 - 12:00 AM

Hiperempatía, la otra cara de la compasión

La psiquiatra, en su libro, señala que hay mujeres que pueden llegar a entender el comportamiento psicopático de sus parejas

En un mundo polarizado y cada vez más intolerante, indiferente e insensible, la empatía es más importante y necesaria que nunca. Cuando somos empáticos logramos conectar con los demás a un nivel más profundo; lo que puede ayudarnos a resolver conflictos, comprender experiencias, construir relaciones sanas y crear un mundo más justo, solidario y compasivo.

Ahora bien, pocas personas saben que un manejo inadecuado o bien equilibrado de la empatía podría llevarnos a padecer del “síndrome por exceso de empatía”, conocido también como hiperempatía o desgaste por compasión. Una condición considerada como un trastorno mental según el manual de diagnóstico psiquiátrico, capaz de llevar al individuo a gestionar una sobrecarga emocional que lo hace susceptible a las necesidades ajenas. Incluso, puede llevarlo a sentir una exacerbada tristeza, dolor intenso y hasta culpabilidad por el sufrimiento que otros experimentan.

Entonces, aquello de que… ¿Qué hay de malo en tener “mucha empatía”? podría llevarnos a no darnos cuenta de que nos convertimos en una especie de antena de largo alcance, capaz de absorber y engullir cada emoción que vibra en nuestro entorno. La situación es grave cuando incluso, se llega a aceptar conductas y comportamientos que no son normales. Por ejemplo, en el interesante libro “Las mujeres que aman a psicópatas”, de Sandra L. Brown, hay un aspecto que no puede pasar desapercibido para nadie.

En su libro, la psiquiatra señala que hay mujeres que pueden llegar a entender el comportamiento psicopático de sus parejas e incluso a justificarlo. Porque su exceso de empatía (hiperempatía), les incapacita por completo para ver con claridad al depredador, asesino o maltratador que tienen delante.

Es aquí, donde delimitar la frontera entre el exceso y el bienestar propio, se hace importante y necesario para evitar provocarnos daño, generar cuadros de ansiedad, depresión o estrés. Pues, aunque la empatía es positiva, útil y un don deseable; como siempre, en la vida los excesos no son buenos y lo mejor es el equilibrio. Para que en la búsqueda de esa conexión con otros, no discriminemos el “propio yo” del “yo” de los demás.

Abogado y periodista