Héroes y futuros héroes

Hemos celebrado ayer domingo 21 de mayo, el día del Médico en Panamá, pero igual que con otros trabajadores del sector salud, los profesionales del sector salud siguen bajo el menosprecio y burla de las autoridades. Mientras en otros países se dieron bonificaciones y beneficios a los trabajadores de alto riesgo en pandemia. Aquí solo vemos como cínicamente, se burlan las autoridades colocándonos a los médicos a dar la cara por la institución y recibir las quejas de las fallas del sistema, las faltas de insumos, las faltas de prótesis de cadera y otras como en Chiriquí, la falta de lentes intraoculares o de hilo y gotas para los ojos, la falta de decenas de medicamentos como los de la próstata que le salen caros a un humilde jubilado y eso ni hablar de los parches de rivastigmina para Alzheimer.

Murieron colegas, dando la cara por la salud del pueblo y más allá de monolitos o placas, la mejor forma de honrarles la memoria es darle el sitial correcto que su profesión merece. Somos los médicos los responsables de mantener un país sano y libre de enfermedades y debemos promover una formación digna y elevada de las nuevas generaciones, apoyando tanto la formación pública en instalaciones dignas, como apoyando y supervisando la formación en universidades particulares para que se haga correctamente y sin aprovecharse como mero negocio de lucro en una fábrica de diplomas que no le sirven para pasar un examen de competencia profesional, no podemos permitir que pase el descontrol como en otras carreras que titulan por docena y en cualquier ‘garage'. Es la vida de todos los panameños la que se pone en juego si dejamos la formación médica caer. Hacen falta cientos de especialistas y médicos generales, por lo que no se puede descuidar que toda formación sea buena, sean bien instruidos en esta profesión milenaria con todas sus tradiciones de vocación y amor al prójimo, con la ciencia y el arte al servicio de la humanidad. ¡Vivan los médicos con Jesús en su corazón!

MÉDICO