- miércoles 24 de septiembre de 2014 - 12:00 AM
¿Hasta cuándo el Metrobús?
Como vivimos en el país del nada pasa, la empresa contratada por el Estado para resolver el problema del transporte colectivo sigue haciendo de las suyas en lo relativo al cumplimiento del contrato; en especial en lo referido al cumplimiento con los usuarios quienes, en definitiva, son los más perjudicados con el mal servicio que esta brinda.
Lo que nos pasa con los diablos verdes, los diablillos blancos; no son otra cosa que el resultado de la frustración que siente la gente por no recibir lo que merecen con esta pésima compañía que, desconociendo la idiosincrasia del panameño, ha querido imponer un sistema que no es aplicable a una ciudad como la nuestra.
Si esto lo aunamos al consentimiento que ha tenido el Estado con los paisas, pues nada hay que envidiar a ciudades más empobrecidas que la nuestra y donde el caos que impera con el transporte de pasajeros es descomunal.
El Estado, a través del Gobierno, tiene que jugar su rol, parar esta empresa en serio y en seco; pero claro, como tienen asegurado que el Estado subsidia el transporte público masivo de pasajeros, les importa un pito con lo que pase al ciudadano.
La dirección del tránsito debe imponerse en la defensa de los usuarios, que todos los días llegan con retrasos a sus lugares de destino, entre otras cosas, porque se tienen que enfrentar al caos del transporte, de lo contrario, lo que toca es amanecer en las paradas a ver cuándo les da la gana de llegar.
Una de las promesas del metrobús fue, precisamente, la frecuencia y quedó pactada en el contrato que la misma se establecía en 15 minutos, y lo que vemos es que cada 5 minutos pasa un bus con el destino en tránsito y los usuarios se preguntan: ¿esa ciudad o barriada dónde queda?
Amarrarse los pantalones que los paisas y sus socios nos comen vivos.
*Exsecretario general de la CGTP