- jueves 26 de octubre de 2023 - 7:00 AM
El grito de los jóvenes
Recordé a los pingüinos, con su revolución en Chile. Y a nuestros pelaos en sus batallas por la soberanía en las jornadas patrióticas de 1947,58,59 y 64. A estos pelaos irreverentes los inspiran su conciencia ambiental y democrática. No toleran que poderes del Estado digan: el contratoide minero va si porque sí. Esa es la ira mayor.
¿Viste la manifestación multitudinaria del martes 24, día de San Rafael, en la Calle 50? Nocturna y en movimiento. Te recomiendo que busques videos y los analices. Es la respuesta del amor del Ejecutivo y Legislativo por el contrato con la Quantum y su aprobación exprés. Ha indignado a nuestros pelaos. Y sus consignas son fulminantes, tanto las escritas como las coreadas. Unas jovencitas lo menos que le han gritado al gobernante Cortizo es que está hecho de leche rancia o evaporada, en respuesta a un decir presidencial anterior de que no fue hecho con leche condensada. Sobresalen, en cantidad y acción, las chicas.
Consignas marcantes: por la unidad, por la patria, contra vendepatrias, el peerredé y Nito.
Se manifiestan en forma de marcha a lo largo de kilómetros de Calle 50 para protegerse de la policía antimotines. Para evitar el cerco policial. Evitan confrontación con agentes, a tal punto que, según iban pasando, se restablecía, de forma parcial, el tránsito.
Son, en su mayoría, jóvenes universitarios y profesionales que se declaran ‘cabreados’ del mal gobierno de Cortizo, simbolizado en la aprobación exprés del cpntratoide.
Consignas y pancartas son artesanales, sobre cartón y cartulina, y algunas con palabras de grueso calibre. Influenciadores son estelares en la convocatoria y transmisión en directo de las marchas. En directo los siguen centenares de miles. Uno de ellos con audiencia hasta de 200 mil.
Existe mucha desconfianza con la mayoría de diputados. Los pelaos están en desacuerdo con la forma de aprobación, con el mínimo rédito al propietario del yacimiento y porque causa daños ambientales incalculables. Alguien cree que sobresale más el disgusto contra el Gobierno que la misma mina.
Esos chicos tienen muy presente la colonia estadounidense (1904-1999) que padeció Panamá, con la Zona del Canal. “No hemos nacido para ser esclavos”, me confiesa dirigente juvenil.