Expresidente vilipendiado

Calvario implica que tus movimientos de negociante dependan del humor de los gringos. Si puedes usar sus tarjetas de crédito, puede significar prosperidad, ya que los negocios lo precisan. Si tienes certificado de buena conducta con ellos, que se creen la policía de la bolita del mundo amén, mejor no lo estragues. ¿Crees que puede esfumarse con labia o plata esa desgracia?

El expresidente ha resultado vilipendiado. Oprobio. ¿Hasta nuevo aviso? ¿Qué te ‘tas creyendo? Mejor preguntarle al expresidente Horacio Cartes y al aspirante presidencial Hugo Velásquez. Ambos de Paraguay y dignatarias del Partido Colorado, el más  grande, oficialista y creado por el dictador Stroessner. Los gringos los declararon a mediados de 2022 “significativamente corruptos” y seis meses después los incluyeron en la inquietante lista sancionadora del Departamento de Tesoro. Ahora se habla de un trámite de eventual extradición a EUA. ¿Es tan sencillo así, llevarse a un expresidente de otro Estado, como al Chapo, enjuiciarlo y condenarlo allá?

Agradecer que este infierno de Dante es con estaciones y no de modo ipso facto. Ayúdame, Calderón. Es el futuro de Cartes (Cartes; no Carles ni Carter, que este corrector no tiene vergüenza).

¿Y si gana la presidencia paraguaya el próximo 30 de este mes Hugo Velásquez, hoy vicepresidente? ¿No podrá viajar ni a Disney ni a Washington? Imagino que sí a Nueva York, a la jurisdicción paraguaya en Naciones Unidas.  ¿Cómo serán las relaciones entre los dos países? ¿Ni transmito ni recibo? ¿Miramos para otro lado en esos 5 años? Ni siquiera se desenreda ese gallo de Matías, ¡qué galimatías!

Ni se sabe la dimensión de por qué son “significatvamente corruptos”, si bien a los paraguayos se les vincula con malos manejos en la administración pública de Paraguay, no  de EUA, y al grupo terrorista Hezbollá, cuyo eje es el Medio Oriente.

El conglomerado económico de Cartes ha entrado en colapso y el magnate ha debido anunciar la suspensión y  traspasar acciones y haberes, al estar prohibido negociar con proveedores estadounidenses, incluidos los detentores de las tarjetas de crédito.