- miércoles 06 de julio de 2016 - 12:00 AM
Érase una vez
Una ministra que según publicaciones periodísticas, entró limpia y salió millonaria, (pronto entrará en la revista Forbes), surgida del quinquenio Martinelli, quien dirigió un ministerio y que de la noche a la mañana dice el Contralor que no ha podido justificar la friolera suma de 2.5 millones, puesto que no ha podido demostrar que se los ganó honrosamente.
Cuando fue ministra se publicó en un diario de la localidad el traspaso de una ‘finquita' comprada al estado a precio de gallina flaca por los lados de Chepo, el robo descardo al programa Mi Primer Empleo, las mochas que cobraba por los permisos de trabajo otorgados y por los cuales no se tiene que pagar a ningún ministro, las coimas que tenían que pagar todos los que se ganaban los contratos otorgados por ese ministerio, los viáticos cobrados para misiones no realizadas, etc.
Según chismes de camino, el Contralor se queda corto, ya que hay bienes traspuestos que no tiene registrado, pagos de préstamos bancarios que hacían directamente otros, cobros por otorgar clientes a grandes bufetes de abogados, y vaya usted a saber cuánta tramoya más no hizo.
Esa con cara de santa es la que nos quiere dar lecciones de honradez, pidiendo rendición de cuentas a quienes hoy gobiernan, escudándose para intentar comprar incautos, pobre señora.
Que sepa que la justicia tarda, pero llega y más temprano que tarde tendrá que enfrentarla al igual que su jefe, quien huye como un tremendo gallinón, pero aquí en nuestro patio lo veré algún día, si mi Dios me lo permite, pagando todas las que nos hizo, a panameños que por el solo hecho de adversarlo nos persiguió hasta el último día de su desgobierno.
No me alegro por las desgracias de nadie, pero, si algo tiene que pasar en nuestro país es acabar con la impunidad y esa señora no hace honor al nombre porque; parece no tener alma, ni es cortés.
Exsecretario general de la CGTP
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... si algo tiene que pasar en nuestro país es acabar con la impunidad...