- sábado 05 de marzo de 2016 - 12:00 AM
¡Las elecciones son en el 2019!
Faltan tres años y dos meses para los próximos comicios, señalados para el 5 de mayo del 2019. Esa es razón más que suficiente para no entender la insistencia en que las reformas electorales se aprueben a tambor batiente durante el presente mes de marzo.
Si nos atenemos a los hechos, una reciente encuesta puso de manifiesto que más del 90% de la ciudadanía no conoce el proyecto de las reformas y, además, considera que no ha sido suficientemente divulgado y muchos menos explicado.
Durante los debates de las Comisión Nacional de Reformas Electorales, a los magistrados se les propuso que se revisara el cronograma que ellos habían impuesto, con la intención manifiesta de terminar las discusiones a finales de diciembre pasado y presentar el proyecto a la Asamblea en la primera semana del pasado enero, lo que efectivamente hicieron.
El debate público que se ha levantado en torno al proyecto de las reformas, por parte de los medios de comunicación, ha venido a demostrar que hay más de un trasfondo oscuro en todo el extenso paquete que –y esto es conveniente recalcarlo – no fue, como se insiste en afirmar, producto del consenso de la CNRE. Los aspectos más sensitivos, comenzando por los subsidios electorales que, de prosperar la propuesta aprobada por los partidos excederían los 100 millones, no contaron y así lo registran las actas, con el respaldo de los sectores de la sociedad civil que integraron la comisión.
Lo que está en juego con las reglas que se proponen es la suerte misma de la democracia panameña. Por consiguiente, oportuno sería que se abandonaran las prisas innecesarias. Una pausa razonable es lo que aconseja el sentido común y que la discusión del proyecto se posponga para la legislatura ordinaria de julio-diciembre.
Abogado