El programa que está derribando las barreras del analfabetismo

Desde 1967, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció el 8 de septiembre como el Día Internacional de la Alfabetización. Cada año, el mundo reflexiona sobre los avances y desafíos para cerrar la brecha del analfabetismo, una de las barreras más grandes para el desarrollo humano.

En Panamá, esta fecha invita a reflexionar sobre cuánto hemos avanzado. Las estadísticas del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) revelan que desde 2007, 83,836 ciudadanos han aprendido a leer y escribir gracias al programa “Muévete por Panamá” que aplica el método cubano “Yo, Sí Puedo”, exitoso por haber transformado la vida de más de 10 millones de personas en 30 países.

Solo en el último año, 1,342 personas aprendieron a leer y escribir en apenas siete semanas y media, dando un paso decisivo hacia una nueva etapa en sus vidas. Pero el camino no termina ahí. Gracias a una alianza entre el MIDES y el Instituto Panameño de Educación por Radio (IPER), nació el programa “Mi Nueva Meta”, que brinda a estos nuevos lectores la oportunidad de completar sus estudios primarios y seguir avanzando en su formación educativa.

Un dato que resalta es que 19,858 de los alfabetizados provienen de la Comarca Ngäbe-Buglé, donde se concentra la mayor parte de los iletrados del país. Además, casi el 80% de quienes se gradúan de este programa son mujeres, lo que convierte a la alfabetización en una herramienta para reducir brechas de género y empoderar comunidades.

Chiriquí ocupa el segundo lugar con 12,430 alfabetizados. Aunque las cifras son alentadoras, todavía queda mucho por hacer, se estima que más de 100 mil panameños aún enfrentan la barrera del analfabetismo.

Detrás de estas estadísticas hay historias de superación que merecen ser contadas. Historias que mezclan esfuerzo, perseverancia y determinación. Los maestros voluntarios son los héroes silenciosos, los paladines de este proyecto. Estos maestros son personas comunes que dedican su tiempo a transformar vidas sin esperar nada a cambio. Gracias al método “Yo, Sí Puedo”, cualquier ciudadano puede convertirse en facilitador y transmitir los conocimientos básicos para que otros aprendan a leer y escribir. Los alfabetizados también son protagonistas de esta gran cruzada.

Como periodista he tenido el privilegio de escuchar sus relatos. Siempre recuerdo a Felipa Ruiz, quien, en 2022, a los 104 años, aprendió a leer y escribir; o a Don Félix Morán, de 97 años, y su hijo Cirilo Flores, de 76, que juntos se alfabetizaron gracias a la ayuda de la nuera de Cirilo. O la historia de Orlando Carpintero, un joven de 18 años que en 2020 enseñó a leer y escribir a sus propios padres y tíos.

La alfabetización genera un cambio neurológico profundo, creando nuevas conexiones cerebrales que mejoran la atención, la memoria y la capacidad de resolver problemas, a la vez que abre un mundo de oportunidades sociales, laborales y de desarrollo personal que transforman la vida

Si conoces a alguien que nunca fue a la escuela o si deseas ser parte de este movimiento como maestro voluntario, acércate a las oficinas del MIDES. Tu participación puede cambiar vidas, incluida la tuya.

Periodista