Te ha pasado que tienes un mal día y hablas con un amigo, pero casi no te dejo hablar e inválido todo lo que tú sentías, diciéndote: Ay no te preocupes, eso no es nada, etc. Y al final te sentiste peor de lo que ya estabas.
Y ahora si te preguntan: ¿Cómo estás? Respondes: ¡Estoy bien! Aunque por dentro te sientas roto, depresivo e incluso sin ganas de nada.
Seguro lo anterior te suena familiar. Estudios científicos y diversas teorías, comprueban como las emociones afectan de manera positiva o negativa nuestro cuerpo, mente y entorno.
Vivimos constantemente desconectados de nosotros mismos, distraídos con rutinas aceleradas. No sabemos identificar lo que sentimos, ni gestionarlo.
La Comunicación Emocional es una herramienta poderosa que nos enseña a entender lo que sentimos y a reconocer lo que sienten los demás. Nos ayuda a ser más empáticos, más conscientes y menos reactivos ante la vida.
Si hoy sientes ira, tristeza o miedo, no huyas de ellas. Aprende a escucharlas.
1.Interprétala: Reflexiona sobre qué estás sintiendo.
2.Reconócela: Acepta la emoción.
3.Obsérvala: Pregúntate: ¿por qué tengo miedo? ¿Qué intenta decirme?
Cuando aprendes a leer tus emociones, dejas de reaccionar y comienzas a responder con conciencia. Entonces eres tú quien dirige tu vida, no tus emociones.
A veces, lo que más sana no son las palabras, sino una presencia que sostiene. La Comunicación Emocional no solo transforma tus relaciones... transforma tu vida.