• martes 07 de mayo de 2024 - 6:35 PM

El fenómeno incremental de la informalidad en la Seguridad Social

Nuestro reto en el plazo inmediato tiene que ser la revisión de la situación económica nacional

La forma en que los países modifiquen sus sistemas de pensiones, y si eventualmente llegan a hacerlo en conjunto, tendrá implicaciones importantes para la salud económica mundial. Es indefectible que las pensiones autofinanciadas resultan insuficientes para aquellos que se pensionan en la actualidad.

El problema de las pensiones ha adquirido connotaciones globales y Panamá no es la excepción. La falta de crecimiento económico y el problema resultante del desempleo, ha lanzado a miles de personas fuera de los sistemas de prestaciones económicas hacia informalidad.

En los últimos dos años, el gasto de nuestra Caja del Seguro Social en el tema de pensiones alcanza el 40.9% del total de su presupuesto anual; un 11.1% del presupuesto del Estado y representa el 5,2% de por ciento de su producto interno bruto (PIB).

Estos porcentajes si bien un poco menores al de las economías avanzadas en el Grupo de los 20 (G-20) están teniendo un impacto significativo en un país donde la población es ligeramente mayor a unos cuatro millones de habitantes.

Por otra parte, una población en continuo envejecimiento como la nuestra, provocará mayores aumentos, promediando alrededor del 6 ó 7% por ciento del PIB en los próximos diez años.

Esta situación se ha visto más afectada producto de las consecuencias producidas por la crisis sanitaria de los años 2020 y 2021 y el aumento de los niveles de desempleo que provocan un aumento significativo en la informalidad.

Los datos de cotizantes pensionados del año 2020 nos presentan una oportunidad de ver directamente los impactos en el Empleo formal. De acuerdo a datos producidos por la Junta Técnica Actuarial, organismo independiente que valora los sistemas de pensiones en la CSS existían unos 592,044 cotizantes activos en el Subsistema Exclusivamente de Beneficio Definido.

Los impactos de la Crisis Sanitaria de los años subsiguientes provocaron una disminución en los cotizantes activos de casi 3,5% (a unos 571,714). Pero su número real fue de 524,800 o sea una disminución de un 11.4% comparado con el año 2019 que pasaron a la informalidad.

De igual manera, en el Subsistema Mixto, en el 2019 había unos 556,373 cotizantes. Se proyectaba un crecimiento de más del 4%, pero la realidad fue que bajó a 487,083, una disminución de 12% en relación al 2019 y de 16% contra lo que se había proyectado en 2020.

Estos últimos cotizantes pasaron a formar parte de la informalidad. Por supuesto que tenemos ingresos y salidas de cotizantes. Pero la actividad económica; la baja en el crecimiento de PIB; y el monto real en recaudaciones nos muestra un incremento en la informalidad. La elasticidad PIB/ Salarios es cada vez menor; eso es indefectible.

Nuestro reto en el plazo inmediato tiene que ser la revisión de la situación económica nacional y el establecimiento en el corto y mediano plazo de estrategias en sectores de crecimiento a través de una reconversión agrícola, industrial, turística y tecnológica. La recuperación del empleo debe ser prioridad.Doctor en Economía y financista.

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