La mujer, históricamente, en todas las regiones ha sido discriminada en el área laboral por educación, género y por la edad. En ocasiones señalan que es muy joven y no tiene experiencia o está muy sobre preparada o porque ya pasa los 50 años; esto último, conocido como edadismo.
La discriminación por la edad afecta a la mujer en formas de prejuicios, donde se buscan las formas de invisibilizarla y excluirla porque sobrepasa los 50 años. El tema es preocupante, por ello hay una campaña mundial contra esta forma de discriminación donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca minimizar sus efectos, con estrategias que ayuden a sensibilizar al resto de la sociedad del aporte de este segmento de la población. en el desarrollo del país.
Nuestras sociedades menosprecian la experiencia, la madurez, la responsabilidad y el equilibrio emocional que ofrece esta franja de población.
Sobre todo, en el siglo XXI, se exalta a la juventud por su energía, fortaleza, entusiasmo, capacidad, adaptación y aprendizaje; y como si fuera poco, la digitalización hace la brecha tecnológica más marcada y coloca a las mujeres de esta edad madura como débiles, agotadas y se menosprecia su capacidad e inteligencia.
Lo irónico de nuestras sociedades es que rechazan a las personas de edad mediana, señalando que su tiempo pasó y pidiendo que desaparezcan de los espacios públicos.
Hay que tomar en cuenta que nuestra población envejece con rapidez. Frances McDormand dijo “Creo que el edadismo es una enfermedad cultural, no personal”, y Sara Berbel, psicóloga social, señala que “una sociedad incapaz de reconocer el talento de las mujeres de mediana edad es una sociedad enferma: en Panamá, la población de los 4.202.572 de personas, según datos de estadística y censo de la Contraloría General de la República, el 50,4% pertenece al sexo femenino.
Recién empieza la discusión sobre la Caja de Seguro Social, donde la de edad de jubilación, el número de cuotas, el sistema individual o solidario están en la mesa. El otro aspecto es el apoyo condicionado a la población más vulnerable, donde la mujer es la base fundamental de la familia.