- miércoles 02 de octubre de 2024 - 12:00 AM
El ciclo de bajo crecimiento y sus retos inmediatos
La trampa del bajo crecimiento no es un fenómeno nuevo en la región. Según Cepal, el bajo crecimiento no solo restringe el desarrollo económico, sino que también afecta la dinámica del empleo, de la productividad en la medida que aumenta la vulnerabilidad y sobre todo los riesgos económicos, financieros y sociales.
En los últimos diez años, el crecimiento promedio de la región ha sido, según Cepal, sólo un 0.9%, una cifra alarmante que incluso es inferior al 2% registrado durante la llamada “década perdida” de los años ochenta. En ese periodo se afectó la capacidad de la región para generar empleos de calidad, así como incrementar las inversiones sustantivas en educación y sectores de alta productividad. Como indican distintos expertos de la región, incluidos los panameños, la baja educación, baja tecnología y bajo salarios tiene como telón de fondo, la baja productividad.
Para Cepal, el ciclo de bajo crecimiento plantea un sinnúmero de retos entre ellos el incremento del PIB per cápita, la tasa de crecimiento y la generación de empleos de calidad. Por ejemplo, entre los años 2014 y 2023, la tasa de creación de empleo en América Latina fue de solo 1.3%, comparado con el 3.9% registrado en los años setenta. Esto indica que la región está creando empleos
El cambio estructural en la dinámica del empleo es evidente, porque sólo crece en sectores con una menor productividad, como el sector de servicios. Aunque este sector ahora representa el 65% del empleo total en la región, una proporción importante de la actividad que se desarrolla es informal y además con muy poca productividad. Entre 2013 y 2022, el empleo formal se incrementó sólo un 3.3%, en comparación con el empleo informal que aumentó un 18.6%, lo que muestra una marcada tendencia hacia la informalidad laboral.
Para CEPAL existe la necesidad de impulsar políticas de desarrollo productivo que promuevan un cambio estructural hacia sectores de mayor productividad. Sin embargo, el escenario macroeconómico actual, caracterizado por un espacio fiscal y monetario limitado y una economía global en desaceleración, presenta desafíos significativos para la implementación de tales políticas.
Además, se observa un sesgo de género en la informalidad laboral, con las mujeres siendo más propensas a estar en empleos informales que los hombres. Este sesgo es aún más pronunciado entre las mujeres con dependientes en el hogar, lo que resalta la necesidad de políticas que apoyen la economía del cuidado y faciliten el acceso de las mujeres al mercado laboral formal.
Para salir de la trampa del bajo crecimiento, según Cepal, la región debe dinamizar su economía mediante políticas de desarrollo productivo que no solo aumenten la tasa de crecimiento, sino que también promuevan la creación de empleos en sectores de alta productividad. Estas políticas deben estar complementadas por un marco macroeconómico adecuado y medidas efectivas de adaptación al cambio climático.
Entre las recomendaciones de la CEPAL se incluye la necesidad de invertir en ciencia, tecnología e innovación, así como en la transformación digital y el cierre de brechas de capital humano. Además, se subraya la importancia de apuestas sectoriales integrales, especialmente en sectores estratégicos como la transición energética, la electromovilidad, la economía circular, la bioeconomía, la gestión sostenible del agua y el turismo sostenible.
Director Ejecutivo de APADICOS