• jueves 24 de marzo de 2016 - 12:00 AM

¿Dónde quedó la honestidad?

Históricamente nuestras instituciones públicas vienen siendo saqueadas o mal administradas

Inicio este escrito con la frase de Thomas Jefferson: ‘La clave de un buen Gobierno se basa en la honestidad'. Término utilizado por muchos y desconocido por casi igual número de personas. ‘Honestidad', ¿con qué se come eso?

Diógenes de Sinope nos dio el mejor ejemplo. Hoy me interesó saber si utilizar un cerillo o la luz del sol. Quizás quede rezagado en el tiempo, la distancia o entre la corrupción rampante. ¿Cómo puede definirse a quién miente o incumple sus promesas?

Históricamente nuestras instituciones públicas vienen siendo saqueadas o mal administradas, eso lo deben determinar auditorías forenses. Ni las universidades oficiales escapan a este flagelo, mientras nuestros gobernantes, entes de fiscalización o justicia miran para otro lado, no terminan de investigar o permiten cometer fallas inauditas en las intervenciones, lo cual permite a los delincuentes de cuello blanco país por cárcel.

Mientras nuestra primera casa de estudios, la Universidad de Panamá, se aboca a unas presuntas elecciones democráticas, el director de la Caja de Seguro Social (CSS) es prácticamente impuesto por el Ejecutivo; por ello, se permite o mantienen los mismos esquemas desfasados, que en nada contribuyen a la salud y bienestar del cotizante.

En la CSS nos sorprende la inexistencia de medicamentos y hasta reactivos de laboratorio para exámenes como el T3 libre, T4 libre, TSH o cortisol, entre otros, pero hay dinero para pagar moratorias (citas médicas presuntamente atrasadas) a galenos que incumplen su horario o en su defecto que trabajan como administradores, bajo el supuesto ‘Programa Norte'.

La situación pudiera complicarse si un médico que realiza trabajos administrativos opera a una persona y la misma se infecta y requiere seguimiento, toda vez que ese médico no podrá atender al paciente creando un cuello de botella a otras unidades, pero alegremente cobra por el presunto ‘buen' trabajo realizado.

¿Qué tipo de control existe para esos pagos? ¿Se exige a quienes hacen ‘moratorias' justificar la razón de las mismas contra el trabajo efectivamente realizado durante su semana laboral? ¿Dónde quedó la honestidad? Dios te salve, Panamá.

*Economista, educador, humanista.

 

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