Por una Defensoría del Pueblo que sirva

Tuve el honor de participar en la preparación del programa de trabajo para un candidato a Defensor del Pueblo en la primera escogencia en donde resultó electo el Dr. Italo Antinori

Aun cuando nuestro candidato fue derrotado hicimos los esfuerzos para que se concibiera la Defensoría del Pueblo como una instancia productiva y eficiente y que le hiciera honor a su nombre.

He de reconocer que el primer Defensor del Pueblo que tuvimos, le imprimió esa dinámica y por lo menos la percepción de la población era que teníamos un Defensor del Pueblo que estaba pendiente de los problemas de la ciudadanía.

De allí en adelante, todos y absolutamente todos los defensores del Pueblo que hemos tenido han sido unos perfectos fraudes, incapaces e ineficientes que no han sabido estar a la altura de las exigencias y de los problemas que la población confronta.

Defensores sumisos y temerosos ante las arbitrariedades de los gobernantes y ministros de turno. Defensores mudos y tullidos ante los numerosos problemas que a diario confronta la población y en el peor de los casos, Defensores sordos y que lo único que han hecho es ‘defender' al Presidente de turno y al partido que puso los votos en la Asamblea para elegirlos.

Nos cuesta trabajo entender como una defensoría del Pueblo no se haya pronunciado frente a la grave crisis del agua y del IDAAN, que amenaza con la subsistencia de la población. Que sea indiferente ante los altos índices de criminalidad e inseguridad que confronta el Pueblo todos los días.

No entendemos como no ven por ningún lado, que las carreteras del país están vuelta leñas y no se les exija al MOP que fiscalice y garantice que las promotoras o constructoras se ganen su dinero pero terminen sus proyectos y no los dejen a medio palo. Son ciegos perniciosos ante la crisis de la educación y las deplorables condiciones de infraestructuras de los colegios. Mejor es no seguir, porque tendríamos que concluir, que hay que cerrarla y ahorrarnos esa plata.

*Analista y consultor político