• miércoles 26 de abril de 2023 - 12:00 AM

Dar la vuelta

Actualmente, el concepto de honestidad ha variado

«¿Qué hay de malo en hacer las cosas bien?», decía un compañero de la universidad en tono sarcástico al describir el mundo que él quisiera vivir. Recuerdo que nuestras conversaciones juveniles giraban en tono a la honestidad en el actuar de los seres humanos.

Actualmente, el concepto de honestidad ha variado en mí. Antes se limitaba a seguir reglas de comportamiento y acatar los valores que me habían trasmitido desde casa. Decir la verdad, no robar, no copiar en los exámenes y cumplir los mandamientos de mi religión.

Ser honesto incluye todo lo anterior y, además, incluye el autoconocimiento. Hay un aspecto personal que tiene que ver con conocernos a nosotros mismos. Ser honesto también es conocer nuestras propias debilidades, reconocer nuestros errores y tener el valor de enmendarlos.

Al reconocer aquello que podemos definir como defecto, podemos darle la vuelta. Por ejemplo, si tengo tendencia a la impulsividad, esta característica me puede causar muchos problemas. Cuando la reconozco y soy consciente de ella, me daré cuenta cuando actúo de según ella. Esta característica puede ser utilizada para generar ideas e impulso de acción. Puede que una persona impulsiva aprenda de otra que es más reflexiva, ya que las ideas muchas veces necesitan su tiempo de maduración. La impulsividad en ocasiones necesita de la mesura y la calma para no quedarse en sueño no materializado.

Una persona que piensa demasiado las cosas es posible que carezca del impulso creativo de otra que se lanza enseguida, y con frecuencia sus planes pueden quedar igualmente en sueños sin realidad. En ambos ejemplos se generan frustración y descontento.

El proceso de autoconocimiento va de la mano con la honestidad.

ABOGADA, MEDIADORA, COACH