Cuando tus rodillas tocan el suelo

Dios no está sordo, el escucha hasta el latido más silencioso de tu corazón, y no importa el tamaño de tu adversidad, él siempre te dará la fuerza suficiente para que puedas avanzar y dar el siguiente paso en el camino.

Todo lo que has enfrentado en este tiempo es parte de un proceso hacia nuevos retos y desafíos de tu fe. Dios ha visto tu corazón y ha determinado premiarte, has sido decidido y determinado en medio de la prueba y la adversidad. Mejores tiempos vendrán.

No desistas ni te rindas ante nada, sigue orando, postrado de rodillas es como se ganan todas las batallas y se conquistan los imposibles. Ora de rodillas, la fuerza más poderosa sobre la tierra se desata cuando te postras de rodillas y reclamas la Presencia del Todopoderoso.

Doblar tus rodillas ante Dios te hace más fuerte en medio del día de dificultad. No desfallezcan ante nada, no te desanimes, ‘Yo Soy el que Soy y estoy a tu lado siempre para fortalecerte'.

Yo conozco tu inicio y el recorrido de tus pies, se por lo que has pasado y lo que estás pasando, y se dónde te encuentras ahora. Pero sabes, no te he dejado sólo ni un minuto. Confía en el Señor él guarda y cuida tu corazón. ‘El que Todo lo puede', cuida de tu vida.

El Señor es especialista en llevarte por caminos sin salida, por encrucijadas y por imposibles para activar tu fe y producir en tu vida milagros extraordinarios.

En este día que no entiendes nada, ora, arrójate impotente ante los pies del maestro, las circunstancias adversas que no puedes controlar cambiarán dramáticamente, por el poder de la oración.

La oración te acerca a Dios, te aleja del pecado y te fortalece en medio de la adversidad y la angustia. Dios te dice en este día: ‘Llámame cuando tengas problemas, yo vendré en tu rescate y tú me darás alabanza'. "Clama a mi y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces", (Jeremías 33:3).

Ora y cuando todo el mundo parezca caerse a pedazos, tú permanecerás imperturbable y completo. No te inquietes por nada, Dios está en control y puede darte paz en medio de todo, aun en medio de la más poderosa tempestad.

Dios te bendiga.