Crueldad presidencial

La crueldad es la acción inhumana que inflige dolor y sufrimiento a otro ser humano. Se manifiesta como el placer por el sufrimiento ajeno. Después de conocer que la madre de Donald Trump, Mary Anne Macleod, fue una inmigrante escocesa que llegó a Estados Unidos de manera legal hace más de 80 años, surge una inquietud: ¿por qué el presidente Trump adopta posturas tan despectivas hacia los inmigrantes, tanto legales como ilegales? Incluso aquellos que son deportados a menudo terminan en destinos tan sombríos como Guantánamo, base militar estadounidense escenario con historia de atrocidades contra detenidos.

Les pregunté a mis seguidores en Instagram y a mis contertulios, y el 62% de ellos atribuye el comportamiento trumpista a un ánimo de crueldad; el 20% lo considera incomprensible, el 10% sospecha que lo mueve una venganza inconfesable y el resto no sabe qué está ocurriendo.

La palabra “crueldad” proviene del latín crudelitas, que significa insensibilidad, corazón endurecido, y está relacionada con crudus, que significa crudo, áspero, sangriento. La crueldad, entonces, es sinónimo de inhumanidad, brutalidad, atrocidad, impiedad, insensibilidad, sadismo, barbaridad. Todos estos términos se oponen a los valores fundamentales de la civilización, encarnando lo contrario: la barbarie.

Poco se cuestiona de deportación de inmigrantes, sino la forma tan degradante bajo la cual se desarrolla desde territorio estadounidense hacia otros.

Ser cruel implica actuar de manera violenta, despiadada, inhumana, brutal, bárbara, feroz, atroz, sádica y desalmada. En la encuesta realizada bajo la plataforma digital, la palabra que más definió el patrón de comportamiento de Trump fue “crueldad” contra los inmigrantes, a pesar del statu del que se benefició la madre del gobernante.