- miércoles 06 de julio de 2022 - 12:00 AM
USA continua con la política del ‘garrote'
La negativa del procónsul de carambola asignado a Panamá en la delegación diplomática de Estados Unidos para revisar el tratado de Promoción Comercial, firmado en la administración de Martín Torrijos, y que ha postrado a los productores nacionales resulta una bofetada a la dignidad nacional.
Si recordamos los hechos que se dieron en aquel momento y que provocaron la renuncia digna de quien fungía como ministro de desarrollo agropecuario, la aprobación del actual y vigente tratado de promoción comercial, el senado de Estados Unidos, exigió una serie de condiciones nefastas y humillantes para un país soberano como Panamá.
Eso puso de manifiesto la soberbia y prepotencia yankee que desenterró la política del garrote, instituida por Roosevelt y nos obligaron a sacrificar nuestras conquistas en materia laboral, financiera y otorgar concesiones en materia fitosanitaria y en otros aspectos sensitivos que vulneraron la dignidad nacional.
Un grupo considerable de senadores condicionaron la aprobación del TPC a la rebaja de la cuota de trabajadores para formar un sindicato amarillo, con el fin de destruir todo el movimiento sindical.
Estas exigencias fueron casadas con reformas al Código de Trabajo ya que consideraban que favorecía demasiado al trabajador, con el propósito de evadir los beneficios sociales que por ley tienen derecho nuestros ciudadanos. No existiendo sindicatos que defiendan las conquistas laborales dar cuenta fácil de los trabajadores dispuestos a manifestar su descontento y así pagar salarios de hambre y despedir personal cuando convenga a sus intereses. Teniendo un escenario actual similar económicamente, quieren compensar las perdidas de Wall Street exprimiendo a países emergentes.
Uno de los objetivos que planificaron cuidadosamente era acabar con lo que ellos llaman paraíso fiscal, que según el senador John Kerry solo sirve de madriguera para los evasores del fisco norteamericano, para refugio de narcos y para los terroristas. El principal propósito era accesar toda información de nuestro sistema y por carambola ponerle fin a la Ley de sociedades anónimas. Y lo lograron.
DOCENTE DE LA UP