- miércoles 04 de diciembre de 2024 - 12:00 AM
Con rapidez
Llegó diciembre con su alegría, con su brillo, con los tranques vehiculares. Vemos los pinos y, al tomar y estrujar sus ramas, les sacamos el aceite con su característico olor navideño.
Desde mi apreciación personal, los doce meses pasaron de forma muy rápida, con la celeridad del aleteo del colibrí. La velocidad a la que transcurre el tiempo es la misma, pero, cuando se está entretenido, se produce la ilusión de que el tiempo transcurre más rápido.
Diciembre es un mes de gastos y de compras, de cenas y almuerzos.
Es época de compartir, un mes para hacer balance. Hay cosas que se quedaron por hacer y otras que se cumplieron. Resulta bueno planear ciertas cosas, como un presupuesto anual y las actividades que queremos realizar. Y también escribirlas en un lugar donde podamos revisar nuestros planes y proyectos.
Revisemos durante el año esa agenda de actividades que nos dirá cómo estamos en función a nuestras metas. Debemos aprender a ser flexibles. La vida está llena de acontecimientos cambiantes y puede que en el camino hagan variar nuestros planes. Una enfermedad, inclusive el estado del tiempo, son variables que pueden afectar nuestros planes. Para eso debemos ser creativos e idear nuevas condiciones, variar el camino, pero nunca el destino. Todo lo anterior puede acontecer, pero es importante disponer de un norte a donde dirigirnos.
Cuando contamos con un norte de vida, la existencia cobra sentido. Debemos meditar qué queremos para nuestra vida y cómo lo vamos a realizar. Es importante que nuestras metas sean verdaderamente nuestras y no estemos solo colaborando con la agenda de otras personas.Que este diciembre que ha llegado muy rápido se convierta en la antesala para grandes cosas.