• jueves 23 de marzo de 2023 - 12:00 AM

Como burla: posible contrato con la minera

Los panameños no estamos hechos de “leche condensada”

Quienes gobiernan insisten en un “acuerdo” con la minera. Un acuerdo que nadie conocerá a plenitud. El contrato jamás tendrá todo lo tratado y como en los bancos y financieras, las famosas “letras pequeñas”, en este caso como llegaron a estos acuerdos y posibles beneficios.

No hay confianza en Minera Panamá, independientemente su ropaje de oveja, tampoco en nuestros negociadores y menos en la Asamblea de Diputados.

Han convertido la radio y televisión en bombardeo de propaganda entre algunas verdades y muchas posibles mentiras. Esto hace una población con más dudas. Es quizás la razón por la cual pretenden imponernos una CONSULTA CIUDADANA NO VINCULANTE.  Otra farsa, otro engaño.

Es independiente que quienes mal gobiernan y sus “negociadores” hayan llegado a un “acuerdo con la Minera”, ellos saben que la población pudiera rechazar lo actuado. Es necesario un plebiscito nacional, con tiempo suficiente para ilustrar a la población de lo que conlleva una mina a cielo abierto y sus consecuencias.

Salvo mejor criterio, desde el momento en que la Corte Suprema declaró inconstitucional la ley que amparaba el contrato y la minera continuó sustrayendo y comercializado material, ha actuado ilegalmente y el gobierno viendo al horizonte.

Los panameños no estamos hechos de “leche condensada”. Recordemos también que nadie está por encima de la ley. Aun cuando se mantiene un régimen de terror con la vacuna experimental y el acoso discrecional.

Se debe tener presente que el funcionario público solo puede hacer lo que la ley mandata y salvo mejor criterio, no existe ley alguna que permita negociar sobre una ley -de un contrato declarado inconstitucional- y que pudiera conllevar a la entrega de parte del territorio nacional a gobiernos extranjeros, por interpuestas empresas o personas.

Quizás no han comprendido que esta situación pudiera culminar en un juicio porque los funcionarios están obligados a cumplir con las leyes y la Constitución, pero también son culpables por acción u omisión en sus funciones. La dignidad no se vende. Dios te salve, Panamá.

Ciudadano humanista.