• domingo 08 de junio de 2025 - 9:30 AM

¿Cómo actuar en tiempos de crisis?

A uno le llegó un rancho ardiendo en una comunidad indígena

Como orientador de la opinión pública continuaré en la misión de disuadir a los grupos enfrentados para que bajen la intensidad y permitan que la serenidad y ecuanimidad hagan su trabajo. He visto la posición pueril de algunas personas a las que considero inteligentes, maduras y con mucha experiencia. El país está encendido, y en vez de aportar para apagar el fuego, lanzan a la hoguera lo primero que les mandan, convirtiendo a Panamá en el epicentro de la obra... La divina comedia.” A uno le llegó un rancho ardiendo en una comunidad indígena y sin la reflexión del caso lo lanzó a la hoguera. Otro recibió un video de estudiantes que aseguran que una alta funcionaria les dio dinero para que comieran. En ambos casos no puedo negar ni afirmar lo que se dijo, pero como experto en propaganda de baja intensidad y de aquella llamada submarina, me queda la tristeza de que gente notable e inteligente dé como cierto todo lo que se dijo.

¿Qué hacer en tiempos de crisis? Todos tenemos el deber de contribuir a resolverla. En una sociedad encontraremos de todo. Habrá los Sansones que al final de la historia no les importará morir si con ello también sepultan a los enemigos. Surgirán los que se venderán como los nuevos mesías. Son aquellos que se montan en la ola popular sin saber si la razón es la que prevalece. Son los individuos que saben que las crisis se pueden aprovechar para ganar un puesto de elección popular. También se ubican los incendiarios. Su labor es la misma de esos trabajadores de la edad Moderna... echar carbón a la máquina de zozobra para que esta no pare. También están los que nacieron para figurar. Estos son peligrosos; no buscan puestos de elección; no les importa que la nave llegue a puerto seguro... su misión es alargar el conflicto para verse todos los días en los telediarios, periódicos, etc. No podemos dejar por fuera a quienes tienen como meta debilitar el sistema democrático para que el pueblo lo odie y piense en otra forma de gobierno. En fin, vamos a encontrar de todo. Lo más triste de esta novela es que la mayoría que no está de acuerdo con el cierre de calles y las formas de protesta guarda silencio. ¡Eso es peligroso... pareciera que los que gritan, saltan, queman llantas, insultan y destruyen la propiedad pública y privada, son los más, cuando esa no es la realidad!

Y en este drama está el gobierno a quien le toca imponer el orden y hacer respetar la Constitución y la ley. El conflicto continuará más fuerte o disminuirá dependiendo de cómo actúe quien dirige la nave del Estado. Pareciera que en los últimos días estamos observando a un Mandatario más sereno con clara disposición de no echar más gasolina al fuego. Espero que salgamos pronto de este escenario dantesco y volvamos a los senderos de estabilidad y progreso. ¡Abrazos y feliz domingo!

Catedrático en UP