• jueves 12 de mayo de 2022 - 12:00 AM

Coloquio personal

Es importante que escuchemos el lenguaje y el tono en que nos hablamos a nosotros mismos

El hábito de hacer el balance personal del día es muy saludable y se promueve tanto en el mundo religioso y espiritual como en las actividades profesionales y personales y, a la vez, puede aplicarse a todas las acciones que se realizan en el día. Inclusive, puede ser cónsono con cualquier proyecto o actividad personal o grupal.

Esa revisión de las acciones que nuestra memoria repasa tiene un significado al cual hay que prestarle atención, así como a las decisiones, reacciones e interrogantes que puedan surgir y así podemos descubrir y reconocer aquello que hicimos bien, que puede ser una fortaleza o, por el contrario, aquello en lo que nos equivocamos y que debemos mejorar, que quizá sea una debilidad que puede convertirse en oportunidad de crecimiento al hacernos conscientes de ella y tratar de mejorarla o dominarla. Dice la consultora Ela García: «Cuando una actividad sale exitosa, debe ser evaluada, así como revisar cuándo se cometieron errores para hacernos conscientes de lo que resultó y de lo que se debe mejorar».

Es importante que escuchemos el lenguaje y el tono en que nos hablamos a nosotros mismos, pues representa el reflejo de la forma en que pensamos de nosotros y tiene una relación directa con nuestra autoestima. Para este ejercicio de introspección, debemos ser honestos y aterrizados.

La poca valoración personal y la sobrevaloración nos alejan de la realidad. Si cada uno de nosotros señalara 5 actividades que hacemos de forma sobresaliente, 5 que hacemos bien (promedio) y 5 que hacemos mal, estaríamos frente a nuestra realidad. Eso no nos dice que nuestra versión personal pueda mejorarse o no, nos dice cómo está nuestra realidad.

ABOGADA, MEDIADORA, COACH