• martes 14 de marzo de 2017 - 12:04 AM

Por qué no el clientelismo y sí el emprendedurismo

Podría decirse que estas dos conductas sociales están de moda, clientelismo político y el emprendedurismo

Podría decirse que estas dos conductas sociales están de moda, clientelismo político y el emprendedurismo; hoy muchos condenamos al clientelismo pero pocos buscamos la resolución de este problema social, la cual quizás este en inculcar la cultura nacional del emprendimiento.  El clientelismo es un fenómeno político donde dos o más gustan ganar mucho con poco esfuerzo, el emprendedurismo obedece a un interés individual donde un miembro de la sociedad busca sacar adelante un proyecto con el máximo esfuerzo en el ahora bajo la promesa de obtener beneficio futuro. Ser emprendedor es muy difícil y por lo general toca a los emprendedores hacerlo todo por sí solos, al principio.

En mi opinión tres factores que diferencian a ambos perfiles son: Autoestima, innovación sostenible y gratitud. El ciudadano sujeto de clientelismo carece de autoestima para negar las dádivas, porque no tiene los recursos psicológicos para esforzarse; por el contrario el emprendedor sabe que debe fortalecer su autoestima, a diario, para lograr sus objetivos de negocio.

Otra característica que marca la diferencia entre ambos tipos de conducta social, es la creatividad e innovación sostenible. Mientras que el emprendedor sabe que debe innovar para que la sociedad prefiera sus servicios o productos, el ciudadano penetrado por el clientelismo prefiere recibir prebendas que no aportan nada a la sociedad y se quedan sólo en el beneficio individual.

En el plano de las dádivas políticas, la gratitud no existe pues todo lo que se hace es por la correspondencia de un refuerzo metálico o similar; sin embargo en el ecosistema emprendedor se conserva el agradecimiento como moneda de canje, así como la reciprocidad en ayuda o apoyo, no metálico, bien sea entre emprendedores o con clientes.

Concluyo recalcando que si el clientelismo se mantiene, iremos camino a tener ‘…un país portátil con su autoestima en el suelo con un enorme complejo …' como dice Ruben Blades; y será todo por el contrario, si la sociedad se avoca a una visión de país emprendedora.

Psicólogo con Maestría en sistemas de información e investigación de mercados y emprendedor

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